Un rubio se mostraba frente la tumba de su difunta amiga, de su primera amiga, su primer amor.
- Perdón _______-chan, me tengo que ir - dijo mientras se sentaba frente la tumba - Ero-senin me entrenara fuera de la aldea y... no sé cuando volveré, no quisiera irme, pero tengo que ser más fuerte si quiero ser Hokage, si quiero traer devuelta a Sasuke... te prometo que nunca te olvidaré, no me lo perdonaría nunca - de sus ojos cristalinos resbaló una rebelde lágrima.
- Pero antes de ser Hokage traeré a Sasuke devuelta, te lo prometo, no descansaré hasta lograrlo, no descansaré hasta poder enfrentar este mundo de mierda - apretó sus puños con fuerzas, había tomado una decisión y no importaba lo que enfrentara, lo lograría.
- Por favor perdóname por no estar ahí, perdón por no ser lo suficientemente valiente para haber confesado lo mucho que te amo'ttebayo... perdón - un fuerte aire limpió sus lágrimas y con esas últimas palabras se fue del cementerio con el corazón dolido y bajo la atenta mirada de sus dos maestros.
- Cuídalo bien, sigue muy lastimado - dijo el menor de los dos mientras se posicionaban frente la tumba.
- ¿Quién era? - preguntó el actual maestro del rubio. Lo que Tsunade le había dicho solo eran cosas que en su identificación como shinobi se encontraban y su alumno no era muy platicador referente al tema.
- ______ Utakama, fue amiga de Sasuke y Naruto en su infancia, la querían más que una simple amiga - un fuerte aire hizo que las hojas de los árboles cayeran - También era huérfana al igual que ellos, básicamente los tres eran como uña y mugre, nunca estaban separados, bueno... Hasta que se formaron los equipos - analizó. - Era muy fuerte para su edad y estudiaba Ninjutsu médico desde temprana edad - suspiró. - Si la llegaste a conocer, pero la olvidaste - informó.
- No me sorprende, después de todo era una Utakama, ¿cómo sabes tanto de ella? - preguntó sin despegar la vista de la tumba.
- Su padre fue mi compañero de misiones, de vez en cuando nos hablaba de ella. Además, los dos siempre la nombraban siempre que podían - dijo restándole importancia al asunto - yo fui quién le dijo que su padre murió en batalla. Al ser mayor de edad y tener un sharingan, me dieron su custodia - un silencio se formó.
- ¿Si eran tan unidos por qué no están en el mismo equipo? - pregunto después de unos segundos de silencio - Una Utakama, Un Uchiha, un Uzumaki y un profesor con el Sharingan. Opino que serían uno de los equipos más fuertes.
El Hatake sonrió ante lo dicho, recordando que así era el equipo inicial. Una pequeña niña llegando corriendo a su casa, con lágrimas en sus ojos, llegó a su mente, se encontraba completamente desesperada.
- Se le olvidó entregar una nueva foto en su identificación como shinobis, al parecer se había dejado influenciar por Naruto y se puso maquillaje. Una noche antes de que se anunciaran los equipos llegó llorando a mi casa explicándome la situación. El Hokage tuvo que ponerla con niños de otro salón.
Jiraiya le fue imposible no reír un poco, al parecer esa mocosa si compartía la misma neurona que su alumno.
-Es mejor que me vaya, Naruto debe de estar esperándome - el Hatake se limitó a asentir y el mayor se fue.
Después de unos minutos se fue tratando de recordar los pocos recuerdos del padre de la niña que aún le quedaban. No importaba si mantenía el sharingan, cuando un Utakama muere, se borra por completo de la memoria de los demás.
[...]
Sus ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad de los largos pasillos de aquella guarida.
Se acostumbró a siempre estar alerta, a no comer si no era necesario, a no confiar en nadie y siempre plantearse todas las opciones antes de tomar una. Estaba con un criminal rango S, hoy en día era un renegado que se había ido con el enemigo de su Aldea, no se arrepentía.
Había adquirido nuevos conocimientos, entrenaba día con día y conocía a varias personas, ya sea por brindarles tributo al Sannin o por ser experimentos de este. Le habían enseñado el poder de la persuasión, manipulación.
Ya habían pasado dos años, y solo lo notó cuando Orochimaru se volvió más estricto con su entrenamiento, dándole más horas de entrenamiento y más cuidados respecto a su salud. Podía apreciar como sus ojos brillaban cada que llevaba la delantera en un enfrentamiento con él, pero lo que le sacaba una sonrisa, era su sharingan.
Su poder había crecido y su meta no había cambiado, los días empezaron a pasar como una cuenta regresiva, todos en la guarida lo sabían.
Sus pensamientos habían evolucionado desde que se murió su pequeña luz. Cuando sus pensamientos se dirigían hacia ella, tomaba un libro para leer, cuando las palabras se revolvían y su mente bloqueaba lo que el libro decía, se encaminaba nuevamente al campo de entrenamiento.
Había pasado noches en vela, por esa causa, recordando los brazos de su madre, o la mirada de su padre sobre él cuando contaba algo que había hecho en el día, sus tíos y su gente, ver a varias personas en su día a día con el escudo del clan Uchiha en su espalda. Y cuando esto se acabó y ese abanico se volvió símbolo de soledad, ese día una niña lo había abrazado y limpiado sus lágrimas.
Varios vínculos siendo su apoyo incondicional y él no fue suficiente, en ningún aspecto, por eso estaba ahora en la soledad, para tan siquiera limpiar el nombre de esas personas importantes, porque era lo único que podía hacer. Y muy en el fondo, tenía miedo de ni siquiera ser suficiente para eso.
Orochimaru lo sabía, sabía el porqué aunque sus piernas temblaran del cansancio, él se negaba a parar, el motivo por el que iniciaba a practicar Taijutsu cuando su chakra se acaba. No hacía nada al respecto, solo lo miraba desde una esquina, entretenido ante el espectáculo que le brindaba.
"Su curiosidad murió, al presenciar lo que el mundo era, y se aferró a su propósito, ignorando a los demás, pasando por encima de los que se quisieran atravesar."
****
Así se acaba "Curiosidad..." y tal vez llega "¿Cuál es tu propósito?"
¡Gracias por todo el apoyo! ¡Espero que les haya gustado mi primer historia!
Se podría decir que este es el final, pero tengo pensado seguir, las actualizaciones no serán rápidas, ya que me tengo que ver prácticamente todo Naruto Shippuden, pero haré mi mayor esfuerzo.
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Curiosidad... (Sasuke y tú)
Hayran KurguTodos la conocen pero nadie la conoce. Ella es como una pieza de un famoso museo, la puedes admirar pero no la puedes tocar. ¿Qué pasa por su mente todos los días? - esa pregunta es la que siempre atormentaba a un pequeño niño, curiosidad