Halcón

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El Uchiha en poco tiempo pudo percibir el sonido de la cascada, estaba llegando. Sus pasos eran tranquilos, y al poco tiempo se detuvieron. Una ráfaga de viento se hizo presente y observó como sus cabellos danzaron en respuesta.

Se acercó y su mirada viajó hacia donde deberían de encontrarse los pies de la chica, la luna no era capaz de alumbrar el río, solamente sus rodillas eran visibles, ya que estaban en la superficie. Sus manos mantenían el sello que te ayudaba a liberar tu chakra con mayor facilidad, su ceño estaba completamente fruncido demostrando lo concentrada que estaba, y lo poco enterada que se encontraba de su presencia. 

Bajó unos centímetros. Ese entrenamiento le ayudaba a controlar todos sus puntos de chakra. Lo que estaba bajo el agua, tenía bloqueado el paso de chakra, y lo que apenas estaba tocando la superficie tenía una capa lo suficientemente gruesa para no caer completamente al agua. 

Empujó levemente el hombro de la chica haciendo que esta abriera los ojos completamente sorprendida - ¿Qué - su propio quejido la interrumpió al sentir como antes de caer algo duro había golpeado de manera brusca sus axilas. - Ahhh, eso dolió - se quejaba la menor mientras tomaba los brazos del chico, con los cuales se había golpeado anteriormente, y volvía a subir a la superficie usando chakra en sus pies. - ¿Por qué hiciste eso? - preguntó con un puchero mientras sus manos masajeaban sus axilas tratando de quitar el dolor en el área, formando así una X con sus brazos.

- No sabía que te encontrabas tan débil - dijo simple mientras se daba la vuelta dispuesto a irse.

- ¡Ey! ¡No te puedes ir como si nada después de interrumpirme en mi entrenamiento! - reclamó la menor.

- Ya está oscuro, vámonos - ignorando a la menor empezó a caminar hacia el corazón de la Aldea.

- ¡Espera, tengo que entrenar! - renegó mientras lo tomaba del brazo para detenerlo. - No te vayas cuando te esté hablando - reclamó la chica, pero el Uchiha solo se fijó en como la menor ni siquiera tenía sus sandalias ninjas puestas, sus pies gracias a eso ahora estaban llenos de lodo, su mano estaba fría y a simple vista se podía ver que estaba completamente mojada.

- Ve por tus sandalias, vamos a la casa, te vas a resfriar - contestó en respuesta viendo como la menor le empezaba a dar un tic en el ojo al ver que simplemente la ignoraba.

Su ceño estaba fruncido y su boca hacía un mohín descontenta, sin embargo, después de unos segundos soltó un suspiro para después darle la espalda. - Espérame, no me tardo.

[...]

Ambos se encontraban en la sala de la casa. El rubio miraba con atención las cartas que tenía al frente, debía de hacer bien su jugada para poder ganar, el Uchiha ya llevaba mucha ventaja y eso no le gustaba. El Uchiha solo lo miraba aburrido esperando un movimiento de su parte.

- ¡Esta, estoy seguro dattebayo! - dijo mientras volteaba aquella tarjeta, mostrando un pequeño gato. - ¡Maldición, no otra vez! - renegó al no contemplar un dibujo de una gota de agua en esta.

- Por favor, Dobe, es un juego de niños, no puedo creer que sigas siendo tan malo en el memorama - mencionó el Uchiha mientras volteaba las tarjetas con sus respectivos pares.

- Cállate, Teme, nadie pidió tu opinión.

La menor solamente podía escuchar de fondo los gritos de sus amigos, curiosa decidió salir con su cepillo en mano, dispuesta a seguirse peinando.

- ¿Ya hicieron de cenar? - preguntó inocentemente la menor conociendo la respuesta de antemano.

Ambos chicos se callaron, y Sasuke tomó la palabra antes de que el Uzumaki le echará la culpa a él. - Este idiota me retó a jugar. - Y con esas palabras los gritos nuevamente llenaron la casa.

Curiosidad... (Sasuke y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora