Curiosidad... (Sasuke y tú)

Memorama

Estaba lloviendo y todos los niños nuevamente se encontraban almorzando en sus aulas.

Todo estaba igual, niños hablando y  jugando con sus respectivos amigos, al igual que nuevamente esos tres niños, la niña al acabar su almuerzo que se preparó ella sola, ya que su padre todavía se encontraba en una misión, se levantó de su pupitre y se dispuso a sacar un pequeño juego que llevo a la escuela.

Extrañamente hoy se sintió con la necesidad de hablar con alguien, siempre cuando su padre se iba a misiones largas, que era muy seguido, se sentía muy sola y ese día no era la excepción.

Se dispuso a ver por todos los lugares de sus compañeros, todos estaban con sus amigos o admiradoras, en el caso de Sasuke, eso la hizo sentir más sola, hasta que sus ojos se posaron en una cabellera rubia, "No te acerques a él" las advertencias que escuchaba de las madres de sus compañeros resonó en su cabeza "Ni se te ocurra hablarle" "Es un monstruo".

La curiosidad le mataba, ¿Qué hizo para que nadie quiera estar a su lado? - se preguntó mientras lo veía, instintivamente sus ojos se dirigieron a aquel memorama que reposaba en su manos. Solo es un juego - se dijo así misma para dirigirse hacia el oji-azul, el cual veía atentamente la ventana, totalmente aburrido.

Odio la lluvia - pensaba mientras veía como la pintura se lavaba, su intento de ser visto había fallado, otra vez.

- Naruto - al escuchar su nombre volteo su cabeza con confusión para ver a una niña que nunca había visto frente a él.

- ¿Quién eres dattebayo? - le preguntó con confusión, su ceño se frunció. De seguro viene a burlarse de mi -  pensó mientras veía de pies a cabeza a esa extraña niña la cual traía un suéter una talla más grande de color blanca, un pantalón negro, sus zapatos ninja y su cabello amarrado en una coleta mal hecha.

- _______ Utakama ¿Jugamos? - pregunto la niña mientras le extendía las cartas - Es un memorama pero no tengo con quien jugarlo - explicó mientras lo empezaba a poner en el pupitre del rubio.

- Claro...- susurro un tanto confundido y desconfiado.

- Yo primero - anunció la una niña con una sonrisa mientras agarraba la primera carta.

Naruto al paso del tiempo, al ver que la niña solo quería jugar, empezó a jugar con más entusiasmó.

Y así por primera vez Naruto y _________ no estuvieron solos en un recreo.