Curiosidad... (Sasuke y tú)

Primer día

El clima era soleado y una pequeña Utakama corría por las calles de Konoha - Mi primer día oficial como gennin y llego tarde, genial - pensaba la Utakama mientras escuchaba los gritos de su salón.

Por lo menos todavía no llega Iruka-sensei - pensó dirigiéndose a su lugar, al llegar todos se callaron y ella no pudo evitar quedarse estática ante aquella escena.

- N-no sabía que tenían esos gustos -  se atrevió a decir impactada por lo que sus ojos veían.

Ambos se separaron asqueados del beso que se acaban de dar por culpa de que alguien había empujado a Naruto.

- Chicos... si querían que les dejara espacio para hacer ese tipo  de cosas solo me hubieran dicho - habló una apenada y sonrojada Utakama, claro sin quitarle la gracia en sus palabras.

- ¡No es lo que piensas  ______-chan!¡No me gusta el Teme de Sasuke! - grito Naruto al instante mientras que la Utakama se aguantaba las ganas de reír al ver el rostro asqueado de Sasuke.

- Está bien Naruto, no los voy a juzgar - contestó mientras les regalaba una sonrisa a ambos.

Al momento en que Sasuke se iba a poner a protestar Sakura lo interrumpió - Naruto... date por muerto - exclamó enojada mientras que le mandaba una mirada asesina.

- Tra-tranquila. Fue un accidente dattebayo - exclamó como defensa.

- Creo que Naruto todavía no aprende que a una chica jamás se le debe decir que se tranquilice - Suspiro la menor.

- Acabado. 

- Un minuto. 

  [...]

Naruto terminó todo golpeado por las fans de Sasuke y  _______ se tuvo que ir a otro lugar porque una pelirosa había tomado el suyo. Se sentó en unos asientos vacíos que estaban al fondo a lado de la pared.

Sasuke la busco con la mirada. Al encontrarla no pudo evitar recordar cuando ambos apenas eran unos niños pequeños, no pudo evitar pensar en todo lo que habían pasado, como había logrado hablarle, o bueno, ella cómo es que le habló a él.  

Su mirada se dirigió al frente al verse descubierto por ella. 

Ella le había dado un lugar al cual volver llamarlo hogar, un lugar en donde lo esperan y reciben con alegría. Una familia muy ruidosa, pero muy cálida. Sin duda alguna ella había logrado curar su corazón de una manera muy especial y cálida. Casi sin darse cuenta ella ya estaba metida en su vida, y sabía que no fue el único que encontró la calidez de un hogar.

Lo más sorprendente es que ella no tuvo que ser la más sobresaliente del grupo para que él se fijara en ella. Simplemente se enamoró de su fortaleza y locuras, de su cara al expresar todas las emociones que sentía al momento de hacer alguna travesura, que hasta a él le causaban curiosidad. No, ella era la que le causaba curiosidad y simplemente quería tener algo en común con esa niña ignorada por la sociedad, excluida por sus compañeros, olvidada como una obra de arte que él tenía prohibido tocar.

- y Sasuke Uchiha - al momento de escuchar su nombre volvió a la realidad.

- ¡¿Y dónde está ______-chan!? - preguntó enojado el rubio - ¡Tolero estar en equipo con un hígado como Sasuke, pero solo si está _______-chan, si no es insoportable! - gritó totalmente en contra ante la forma que pusieron los equipos.

En el fondo del salón se podía escuchar una risa mientras la dueña tenía una sonrisa enternecida al ver como sus dos amigos discutían, y dándose cuenta que la querían en su equipo.

 Y como siempre, esa risa solo era escuchada por dos personas de aquel salón. Solo dos personas habían logrado encontrar y apreciar, esa digna y hermosa obra de arte.