Charla

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Los utensilios de concina chocaban entre sí. Su concentración se mantenía en el desayuno, no quería que su mente divagara. En poco tiempo se dio cuenta de que no era suficiente eso para mantener su mente ocupada, por suerte, el departamento era un desastre. 

Hizo el desayuno, barrió la casa, limpió la mesa y la cocina. Todo al mismo tiempo, tratando de mantener su mente ocupada y que no vagara por sus recuerdos.

Por otro lado. Una pre-adolescente, se encontraba caminando hacia su hogar. Maldecía en su mente la persona que había provocado que su maestra tuviera aquel humor de perros.

¡Ni siquiera la había dejado tomar agua! Cuatro horas sin tomar agua y tratando de esquivar los mortales golpes de su maestra. Aguantando los golpes que no lograba esquivar y recibiendo regaños por los mismos. 

Miró su brazo derecho. Al inicio de cada entrenamiento checaba cuál era el alcance que sus púas tenían. Inició el entrenamiento con diez centímetros, sin embargo, ahora solo eran dos centímetros sin hacer esfuerzo.

Rendida y decida de tomar un merecido baño caliente, durar horas metida en un libro, que ya estaba dispuesta a terminar, para al último, ir a la dichosa misión que la Hokage le había anunciado en su entrenamiento. 

Parpadeó un par de veces al abrir la puerta. Cerró con cuidado la puerta y contó el número de puertas que había pasado con anterioridad. Contó tres veces y contempló el número que permanecía colgado en su puerta en la parte superior. 

Suspiró y entró nuevamente. El olor a comida entró nuevamente a sus fosas nasales, al igual que el olor a limpio. Todo permanecía en orden y limpio. De fondo se podía escuchar los utensilios de cocina y el grifo dejando el agua caer, dando a entender que alguien los estaba lavando.

- Hasta que te dignas a aparecer - se escuchó al momento en que ella se había asomado por la puerta de la cocina.

Y todo hizo click. Lady Tsunade había hecho que olvidará que había quedado con el Uchiha de hablar sobre su pequeño problema.

Presionó sus labios y los mordió, provocando que se formara una línea recta. Sasuke ante la ausencia de diálogos por su parte, decidió voltearla a ver mientras secaba sus manos con una pequeña toallita blanca. 

- Lo olvidaste.

Una risa nerviosa salió de sus labios mientras retrocedía unos pasos, sabía y conocía de ante mano el disgusto que causaba en el Uchiha cuando alguien olvidaba algo importante y la impuntualidad. 

Algo por lo que la mayoría de las veces chocaban. Irresponsable, ese apodo no se lo había puesto en vano. 

- Perdón - murmuró mientras se escondía detrás de la pared - Lady Tsunade se ha alargado con el entrenamiento porque estaba de mal humor - explicó con una sonrisa apenada mientras trataba de aligerar el ambiente tenso con una risa, más nerviosa que tranquila.

- Irresponsable. 

Sasuke se dirigió hacia dónde se encontraba el desayuno sin decir otra palabra.

- Yo... me voy a bañar y después vengo.

El Uchiha solo la miró de reojo y prosiguió a comer su desayuno. _______ únicamente suspiró mientras se dirigía a su habitación. 

No pasó mucho tiempo para que la menor apareciera nuevamente por la puerta de su habitación. Tenía otro cambio de ropa limpia, sin embargo, era deportiva dando a entender que más tarde iba a salir una misión. 

________ Utakama. Ella siempre portaba ropa holgada, muy pocas veces la había visto con ropa ceñida al cuerpo o con shorts; ese fenómeno exclusivamente ocurría en días calurosos. Tal vez se había acostumbrado a ese tipo de ropa por siempre estar con ellos. Desde que tenía memoria los tres iban juntos a comprar ropa. Y para ser sinceros, la menor nunca se veía muy interesada en su manera de vestir. 

Curiosidad... (Sasuke y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora