Luna| Derek Hale

Reencuentro

Vol. Elizabeth

Anoche la luz se había ido no de forma repentina, las luces habían parpadeado un par de veces antes de irse.

Creo que estas últimas semanas me había ocupado de tantas cosas que me perdí de todo lo que pasaban a mi alrededor, debería ponerme al día y dejar de ignorar a todo el mundo.

Si, lo admito, elimine la mensajería de mi teléfono para aislarme de todo mundo y tratar de eliminar la culpa, claro, pasó lo contrario.

Pero el punto es que debo revisar mi mensajería.

Tenía varios mensajes, de Scott, Stiles e incluso uno de Derek, comencé a leer los mensajes de Scott, el mencionaba que habían comenzado a sentir las consecuencias del ritual de Deaton y que tanto él como Stiles y Allison estaban afectados, en otro mensaje mencionaba algo sobre una chica Coyote y en otró hablaba de que Kira una chica nueva estaba en peligro, el último mensaje había sido ayer en la noche así que envíe un mensaje preguntando por la situación.

Los mensajes de Stiles eran de voz, en ellos decía que necesitaban ayuda, que sabía que yo la estaba pasando mal pero que las cosas no estaban yendo bien, en otro mencionaba que ya podía escribir que que mi aún así necesitaban mi ayuda, ya que no Derek ni yo contestabamos los mensajes.

Me sentí mal por no haber contestado antes, sólo espero que todo estés bien.

Le escribí un mensaje a Stiles disculpandome por no contestar los mensajes y que ya estaba disponible para lo que me necesitarán.

En cuanto el mensaje de Derek, lo ignore, no iba a leerlo, no quería abrí una herida que ya estaba curada.

- ¿Por que no vamos a desayunar fuera?- Dijo mi madre entrando en la sala- siempre lo hacemos aquí, hagamos algo diferente.

- A mi me suena bien- Dije- ¿Papa?

- Claro, ¿por que no?- Dijo.

- Genial- Dijo ella emocionada

- Iré por unos zapatos- Dije poniendo el teléfono en la mesa.

[...]

Luego del desayuno mis padre quería ir a caminar al parque.

Yo estaba en medio de ambos, la pareja platicaba de recuerdos de mi infancia, su matrimonio antes de mi y su noviazgo.

- Tu padre el inteligente bonito y yo era bonita pero tenía problemas con las matemáticas- Dijo mi madre- siempre odie esa materia, ese gusto lo sacaste de tu padre porque yo, lo odio.

Reí.

- Gracias a las matemáticas estamos junto, querida- Dijo mi padre.

- Es lo único bueno de ellas, te lo aseguro- Dije ella.

Mi padre yo nos miramos y reímos, sabiendo que que estaba en un ligero error, pero la dejamos con su idea.

A pesar de ser mala en matemáticas, mi padre es un celebro en cualquier otro aspecto que puedas imaginar, un prodigio de pianista, una cocinera asombrosa, también pinta, escribe poesía, borda, es una experta en resolviendo problemas de la vida con los que la mayoría de mataria la cabeza pensando en que hacer, simplemente una genio.

Volvimos a las 11 am a casa, ellos querían que prepararamos la comida juntos, aquella actividad era de mis favoritas cuando era niña.

El sonido del timbre retumbo en toda la casa, deje de hacer lo que estaba haciendo para abrir la puerta, al abrir la puerta sentí nervios, sorpresa, enojo y mariposas, si mariposas en el estómago otra vez, tendré que buscar la forma de eliminar esa reacción química en mi celebro.