Despertando de una pesadilla

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Vol. Elizabeth

No se cuanto tiempo he estado dormida,notó cuando mi cuerpo quiere despertar, me esfuerzo pero no hacerlo; mi subconsciente tomo una decisión por mi, despertar aunque yo no lo quisiese.

Al abrir los ojos la luz me cego, luego de unos minutos pude acostumbrarme; observé mi entorno dándome cuenta de que estaba en una sala de hospital.

Casi de inmediato los recuerdos de las cosas que había hecho vinieron a mi mente, mataste a una inocente, asesina, Una lágrima cayó por mi mejilla, sólo quería volver a dormir, no estaba lista para enfrentar esto, no podía hacerlo.

- ¡Nena! ¡Despertaste!- la dulce voz de mi madre me hizo articular una sonrisa.

- Mamá- fue lo único que pude decir.

- ¿Como te sientes, cielo?- Pregunto mi padre que se encontraba a su lado.

Los padres de la chica que mataste jamás podrán volver a decirle cielo.

Los pensamientos negativos y la culpa reinaba en mi, me odiaba a mi misma por lo que había hecho ¿por que no luche más? ¿ por qué no fui más fuerte? Lo hubiera podido detener si hubiera sido más fuerte.

- Lizzie, amor ¿estas bien?- dijo mi padre.

No sabía si decir que si y mentir o decir que no y tener que dar una explicación después, así que alce los hombros en señal de un "no se" para poder evadir la respuesta.

- Debería llamar a la enfermera para que venga a revisarte- dijo mi madre antes de salir de la habitación.

Mi padre se acercó a mi y tomó mi mano.

- ¿Algo de lo que quieras hablar, amor?- Pregunto mirándome con ligera preocupación.

- No- me limite a decir.

[...]

Ya era de noche, me encontraba sentada en una silla frente a la ventana de mi habitación mientras mi mente divagaba.

La enfermera había dicho que me darían de alta mañana si todo seguía en orden, aunque estaban un poco escépticos acerca de dejarme ir cada tan pronto.

No se cuanto tiempo llevaba sentada en esa silla, pero había visto el anochecer y se veía que era realmente tarde. Luego de una hora más ahí sentada mi madre me dijo que debería dormirme ya que era media noche, haciendo caso a su consejo volví a la camilla para intentar conciliar el sueño.

[...]

Al la mañana siguiente, los doctores me revisaron y me dieron el alta, no sin antes llenarme de advertencia.

Mi mamá era quien conducía y mi padre estaba sentado en el asiento del copiloto mientras me vigilaba por el retrovisor, en cambio yo, simplemente miraba por la ventana, tratando de mantener mi mente en blanco.

- ¿Como se puede manejar con este tránsito?- Dijo mi madre para romper el silencio lo cual no funcionó.

El viaje continuo en silencio hasta llegar a casa.

Al llegar decidí dormir un par de horas, para luego tomar una ducha; al salir de la ducha comencé a revisar mi teléfono, y luego me vestí.

Durante el trayecto a casa estuve pensando en la mi trabajo, no tenía planes volver a enseñar pronto, no con todo esto que había pasado.

Llame al director avisando que me iba a ausentar por un tiempo, pero que buscaría un o una suplete.

Luego de la llamada me dirigí  a la cocina por algo de comer pero la nevera se encontraba casi vacía.

- Iré al supermercado por comida- Dije tomando las llaves de la mesa.

- Nosotros podríamos ir cariño- Dijo mi padre.

- No, yo iré- Dije, ellos mirándome con duda- estoy bien ¿si? Soy una adulta puedo valerme por mi misma- Dije.

- Eso lo sabemos, Lizzie- Dijo mi mamá- pero somos tus padres es nuestro deber preocuparnos, y encima acabas de salir de un coma- Dijo ella.

- Estoy consiente de todas, pero necesito retomar mi vida- Dije- ¿podemos terminar esta conversación luego?

- Claro- Dijo mi padre- maneja con cuidado.

- Y si te sientas mal detente- Dijo mi madre.

- De acuerdo- Dije caminando hacia la salida.

Conduje hasta el supermercado, para comprar lo que necesitaba; al llegar baje del auto con la llave en mis manos y luego de cerrarlo entre en el lugar.

Una vez tuve todo lo que necesitaba, fui a pagar todo, la chica me saludó amablemente cuando llegue, luego comencé a sacar todo del carro; tome entre mis manos un periódico, que tenía en la portada chica desaparecida.

Comencé a leer la portada que hablaba de la chica, se llamaba Hallie Blake, la información decía que había desparecido tras ir a comprar un par de cosas en el supermercado y nunca más nadie la volvió a ver, observe la fotografía dándome cuenta que era la chica que yo había matado.

El estómago se me revolvió, y el sentimiento de culpabilidad y odio hacia mi volvió.

- ¿Se llevará el periódico?- Pregunto la chica de caja.

Yo asentí, y luego ella lo registradora.

- cien con noventa- Dijo.

Saque mi billetera y le dinero.

Tome mi compra y salí del lugar hasta el auto, entre todo, en el baúl y luego entre dentro del vehículo.

La noticia volvió a mi mente, haciendo mis manos comenzarán a temblar y me dieron ganas de vomitar, no pude evitar comenza llorar, sintiéndome que era un monstruo, que no merecía seguir viva.

Mientras aún lloraba, alguien tocó mi ventanilla, yo la baje y él se acercó mirándome.

- ¿Esta bien, señorita?

Luna| Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora