Negación

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Narrador omnipresente

Algo particular de la muerte de un ser amado es el estado negación que llega tras ellas, como en el cual estaba Elizabeth.

- Él no está muerto, es una equivocación- cuando aquellas palabras salieron de su boca sus amigos se miraron entre sí. Ella lo había escuchado a través de la llamada como decía que era una equivocación.

- ¿Liz, qué dices tú lo escuchaste?- Dijo Alex con la esperanza de qué eso la volviera la realidad.

- No- dijo- Alex, estás equivocada.

A su protectora le preocupaba su estado de negación, ella tenía una idea en su cabeza que aunque sonara brutal era la mejor forma de sacarla de su estado.

Alex siempre va a ser lo mejor por Liz incluso si eso la hería.

Liz volvió a sus cosas se sentó frente a su espejo y empezó a arreglarse como si fuera a ver a su padre.

Alex tomó a Rhyann y a Derek del brazo y los llevó a la cocina.

- No podemos dejarla así tenemos que mostrarle el cuerpo- Dijo Alex.

- No podemos hacerle eso, está sufriendo- replicó Rhyann.

- Dejarla en ese estado va a lastimarla más.

- ¿Derek tú qué opinas?- Preguntó Rhyann intentando conseguir apoyo de parte de este.

- Es lo mejor aunque la lastime, Liz necesita verlo.

- Prepara el auto la llevaremos a la morgue- Rhyann caminando fuera de la cocina para ir a por Liz.

El camino fue silencioso lo cual para él fue confuso en su mente todo estaba bien , se encontraba en una nueva acción completa.

Incluso su lado lunar intentaba forzarla reconocer la situación, pero ella se repetía: todo está bien, él está vivo estoy yendo a verlo sólo fue mal sueño.

Cuándo se estacionaron frente al hospital las palabras: tu padre está muerto se repetían más fuertes en su cabeza y ella aún más fuertes repetía: ella está bien.

Serena y en total negación caminó por los pasillos de hospital hasta llegar a la morgue junto a sus amigos.

- ¿Qué hacemos la morgue?-Preguntó.

- Liz intenté decírtelo pero creo que a lo mejor forma es mostrándote-dijo Alex.

Ella no tuvo tiempo de preguntar a qué se refería cuando Alex abrió abrió el refrigerador mostrando el cuerpo muerto de Anthony.

Liz quedó petrificada, intentó hablar pero sus palabras no salían; era cierto lo estaba viendo.

La Pelinegra sintió que el aire le faltaba que su garganta se cerraba y sus lágrimas... no paraban de correr por sus ojos sentía que se ahogaba que se moría... se estaba muriendo como se murió su padre, o al menos así se sentía.

Todo se sentía demasiado intenso tanto que perdió el conocimiento en en aquel sitio.

¿Ella siquiera estaba preparada para eso? ¿para la pérdida? ¿el dolor y todo lo que venía?

[...]

Elizabeth despertó en una cama de hospital, su cuerpo se sentía pesado el recuerdo del cuerpo de su padre la morgue hizo que empezara a llorar de nuevo.

¿Qué seguía ahora?¿Debía planear un funeral? ¿Qué debía hacer?

Alex se acercó a la cama.

- Lo siento mucho Liz, lo siento mucho pero tenía que hacerlo, no podía dejarte así.

- Está bien, lo entiendo- dijo sollozando.
- Nosotros nos vamos a encargar de todo- dijo la dijo la rubia tomando su mano.

Liz asintió limitándose a llorar, se sentía destrozada.

El día del funeral llegó más rápido lo que le creía, estaba lleno de gente,  gente que ella no sabía que conocía a su padre, gente que le conocía a ella y gente que sólo estaba ahí.

Ella comenzó a pensar mucho ¿qué debí hacer ahora? Tal vez vengarse.

Sabía que lo había hecho, sabía quién tenía que matar...

Si tan solo lo hubiera hecho antes mi papá estuviera vivo-pensó. Y de nuevo empezó a sollozar.

Mientras bailaban el cadáver por el hoyo de seis pies se prometió a sí misma vengarlo.

- ¿Liz? ¿Quieres decirle algo a tu padre?

- Sí-contestó-te amo, descansa en paz- dijo mientras una lágrima descendía por su mejilla.

[...]

Los días siguientes apenas pudo levantarse de la cama, su cuerpo se sentía extraño, no sabía si era por la pena o era físico.

Cuando se sintió suficientemente fuerte empezó a ayudar un plan para deshacerse de la persona que se había deshecho de su padre.

No lo iba hablar con Rhyann o Derek o Alex, ella quería hacer esto sola. Planeaba hacer uso de todas sus fuerzas incluso si moría en el proceso.

Pero cuando decidió eso se dio cuenta de qué había algo extraño en ella.

Estaba hinchada pero había llorado mucho, pero no encontraba forma de justificar sus vómitos y mareos, tal vez solo era parte de su dolor.

necesitaba salir de la casa.

Tuvo que analizarlo mucho, tenía una protectora que se iba a asegurar de ir con ella a todos lados, un hombre lobo que iba a escuchar sus pasos y olerla y un oficial que la conocía demasiado bien.

Le tomó un tiempo analizar lo que iba a hacer, luego de unos minutos llego a la conclusión de qué era mejor esperar a que se quedaran dormidos.

No iba a ir a por el círculo, aún no era el momento, no se sentía lo suficientemente fuerte.

Cuándo la última persona del grupo cayó rendida a aproximadamente la medianoche, Liz salió incompleto silencio de la casa, se había asegurado de que ninguno la escuchara camuflan sí misma con sus propios poderes.

Sabía que no era factible usar el auto, tal vez debería correr al pueblo.

En ese momento se regañó así misma por haber elegido una casa fuera de la ciudad, tal vez lo tomaría dos o o tres horas ir y volver, pero necesitaba hacerlo.

¿Tal vez te preguntes qué iba a buscar? ¿Cuál es la necesidad de irse sola? ¿Qué no estaba pensando? ¡Era peligroso!

Tal vez eso es una respuesta para otro capítulo.

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⏰ Última actualización: Oct 13 ⏰

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Luna| Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora