Capítulo 29

192 12 4
                                    

Me sentía pequeña en ese momento.

—Bueno... Él es Juan Pablo Isaza, de suma confianza y un excelente artista— lo tomé fuerte de la mano para intentar tranquilizarlo y le hable a Juan— Ella es mi madre Julieta y mi Padre Carlo, ellas son mis primas Carmela y Rocío, y mi tío Joaquín.

—Es un gusto conocerlos— dijo sonriente.

Sé que Juan Pablo es un gran fanático de mi tío y esta situación no creo que sea la indicada para conocerlo.

Debía hablar de temas importantes con mi familia pero estando aquí con el era difícil para nosotros, nuestro tiempo era escaso porque mi tío debía partir a otra ciudad cercana.

—Preguntaría en donde se conocieron pero ya se la historia completa— habla Joaquín en tono áspero— pero pueden decirme con sus palabras...

—En el momento que nos conocimos fue... Asombroso— me miró de una forma indescriptible, directo a los ojos— supongo que ya saben por todo lo que hemos pasado... Sin embargo, el destino quiere que compartamos momentos juntos, supongo que para remediar el pasado...— Juan Pablo estaba asustado, lo podía notar.

—No somos personas perfectas, creo que eso lo sabemos y lo saben todos. Así que, no le demos más vueltas al asunto y caminemos hacia el futuro...— sonreí.

—¿Eso es de La Familia de Futuro?— preguntó casi riendo.

—Si, algo así— me había descubierto viendo Disney.

Estuvimos dialogando por unas horas hasta que mi madre me hizo una seña sobre que debíamos salir del lugar, hice caso omiso y salí junto a Juan Pablo. Él se veía contento mientras conducía hacía donde los demás.

—Veo que estas muy feliz.

—No siempre te encuentras a tu cantante favorito junto a la familia de la chica que te gus...— estaba sonriendo y mirando hacia el frente.

—¿Espera qué? Tu... — empezó a timbrar mi teléfono.

Contesté la llamada y era Pedro.

—¿Nathalia?

—Hola Pedro, ya estamos llegando.

—Esta bien, estoy con Manu afuera esperándolos.

—Bueno, ahora nos vemos.

Llamada finalizada.

Parqueamos el auto, Pedro junto a Manuela corrieron hasta nosotros. Salimos del auto, entramos al gastro-pub y subimos a la terraza privada.

—¡Qué lentitud! Pensé que no vendrían— decía Villamil esperándonos.

—Deja el drama que ya estamos aquí— habló Juan molestándolo.

Comenzando la noche bailamos y bebimos hasta más no poder, nos quedamos allá hasta las 3:12 AM. Solo quedaba una persona consciente y era Martín, el nos llevaría en auto hasta el apartamento que habían rentado.

En el apartamento cada uno desapareció en su habitación, cayeron dormidos como piedras por toda la energía que se había gastado hoy. Manuela me pregunto como me había ido con Juan Pablo en donde mi tío; puesto que, ella sabe del tema junto a los demás.

—¿Y qué pasó después?

—Mi tío estuvo enojado por lo que pasó pero ahora se siente normal con respecto al tema... Imagínate que cuando íbamos al gastro-pub el dijo algo sobre "la familia de la chica que le gusta"...— NO LO RECUERDO, MALDICO LICOR.

—¿La chica qué le gusta? ¿En serio?— me mira sorprendida.

—¡Si! Pero Pedro me llamó y no pude hablar sobre eso— estaba haciendo memoria hasta que recordé— ¡MANU! Ya recordé, el había dicho "No siempre te encuentras a tu cantante favorito junto a la familia de la chica que te gusta".

—¿Será que... El siente algo por ti nuevamente?— Manuela se acerca hacia mi y me abraza.

—No lo sé, te puedo decir que yo sí estoy sintiendo algo por él, pero con lo que sucedió la última vez no creo poder tener una relación de nuevo.

—Debes de hablar con él lo más pronto posible y Nath estoy segura que ustedes van a terminar juntos si o sí porque veo una gran química entre ustedes, así tu digas ahora que "no" te puedo prometer que estarán muy bien el uno junto al otro.

Manu se despidió de mi y se fue a la habitación de Pedro, y yo solo pensé en ir a la habitación de la persona menos indicada, toqué su puerta y me dijo que pasara.

—¿Puedo dormir contigo?

—Lo siento pero no, creo que deberías dormir con otra persona...— dijo con pesadez.

—Entiendo— salí de la habitación y fui a otra.

Toqué una nueva puerta.

—¿Hola, puedo dormir contigo?— pregunté asomando la cabeza por la puerta.

—Pasa— me hizo un campo en su cama— no hay problema.

Cerré la puerta del habitación y me acosté a su lado, él me ofreció su manta pero yo lo arropé con ella para que no sintiera frío, me abrazó por el abdomen y me dormí profundamente. Me sentí en paz y segura.

•••


Nota del autor: Esta relación mejoró demasiado rápido para dormir en una misma cama.

Les quiere, Natalia.

ROZAGANTE | Juan Pablo Isaza P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora