Capítulo 6

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Pensé rápidamente en cambiar el tema para que Isaza no se diera cuenta, esperaba mantenerlo bajo perfil diciendo lo siguiente:

—Seamos claros y no guardemos nada— lo miré fijamente— estábamos hablando de que Martín y yo pasaremos nuestras vacaciones con nuestras novias y pues... Villa— miré a Villamil y luego a Isaza— no se y tú... — Villamil debía seguirme la corriente.

—No pasa nada— dijo riendo un poco.

—Por mi no se preocupen— habla Villamil evadiendo nuestra conversación mirando su télefono.

¡Gran ayuda amigo!

Juan Pablo Isaza P.

Después de una de unas cuantas semanas, el equipo de producción le informó a Pedro que debíamos ir a México, me siento feliz de poder componer de nuevo y viajar con el equipo.

Últimamente había leído y escrito algunas letras para las canciones que compondríamos, le había hablado a algunos amigos, había entrado a un taller de arte a pesar de que no se me daba también, lo intentaba. Todo se encontraba perfectamente sincrónico con mi vida.

Habían pasando dos o tres semanas de enriquecimiento emocional y era hora de ir a México; puesto que, en un día me iba a México.

Días después.

Estamos en la sala de ensayo con Nabalez y Villamil haciendo las voces.

—Creo que debo subir mi tono de voz y tú lo debes de bajar, para que esto suene más morat— dice Villamil y reímos.

Hicimos muchas oraciones con diferentes tonos y matices. Terminamos en la noche motivados para un nuevo día.

—¿Los demás nos esperan en el apartamento?— preguntó Nabalez.

—Creo que sí, Simón dijo que saldría con Nathalia y Martín estaría con Laura.

—Le voy a preguntar a Pedro si quiere cenar con nosotros— habla Villamil marcando su teléfono.

Caminamos hasta llegar a una taqueria, Nathalia había dicho que era la mejor en el lugar que estábamos. Pedro llegó y pedimos de cenar.

—Cuéntenme, ¿Cómo les fue hoy?— habló Pedro antes de morder una parte de su taco.

—Pues hicimos varias voces, Isa y yo intentamos crear ritmos nuevos— Villamil comentó haciendo reír a Pedro.

—Si, esperábamos que algo surgiera de todo ese tarareo.

—¿Chicos, Mango les dijo a donde iría?— preguntó Nabalez porque su amigo quien no se había comunicado en toda la tarde.

—Él dijo que saldría con alguien, creo que es un amigo— respondía Pedro quien sabía dónde se encontraba.

Terminamos con los tacos y fuimos directo al apartamento.

•••


Nota del autor: ¿Pueden creer que nunca he comido un TACO? Es triste, lo sé.

En Colombia es difícil encontrar restaurantes o lugares referentes a México.

¡Yo quiero probar uno!

Pero bueno, ¿Cómo van?

Les quiere, Natalia.

ROZAGANTE | Juan Pablo Isaza P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora