Capítulo 42

174 13 2
                                    

Nathalia Martínez S.

Mis amigas me contaron sobre lo que había dicho Juan, estaba totalmente de acuerdo con el porque no tenemos una relación como tal, solo somos amigos.

—¿Entonces?— llamó su atención— ¿Volví para nada?

—No, nosotras nos encargaremos...

—Saben que... Yo iré hoy mismo allá, es más iré ahora mismo— fui a mi armario y saqué la ropa que iba a ponerme.

—Oye nena, espera. Recuerda que tenemos un "PLAN" y...— habla Camille pero la interrumpo.

—Y me cansé de esperar, voy a hablar con el de una vez por todas que es lo que me ha ocultado y porque lo ha hecho...

—Nosotras entendemos y te ayudaremos en todos— dice Verónica y me abraza para luego Camille hacer lo mismo.

Estaba en el perfecto momento, podía ir allá y buscarlo, hablarle normal y después preguntarte sobre nosotros. Fácil y conciso.

Las chicas me ayudaron con mi ropa para llegar allá cómo la "más de más" y claro debía vestirme empoderada para confrontarlo.

Las chicas me ayudaron con mi ropa para llegar allá cómo la "más de más" y claro debía vestirme empoderada para confrontarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Vestido y botas, un clásico de Nathalia, me puse botas por si algo sale mal y espero que nada salga mal.

—¿Ya estoy lista?— le digo a Verónica quien me arreglaba el cabello.

—Si, estás lista.

—Y hermosa, te envidio— dice Camille y la abrazo.

—También te envidio, a ti junto a Vero... Debo partir deséenme suerte.

—Suerte— dijeron las dos al unísono.

Salí de nuestro apartamento y caminé hasta el de ellos, al llegar me detuve a pensar si estaba bien o no aparecerme, no me toqué la puerta.

Tocaba una y otra vez pero nadie me abría, hasta el escuche una voz detrás de mi.

—¿Oye linda, necesitas algo?— dijo una chica detrás de mi y giré de inmediato.

—Si, necesito... — reconocí aquella chica— ¡Manu, qué gusto verte!— corrí a abrazarla.

—¡Nathy, qué sorpresa, los chicos se morirán cuando te vean!— dijo abrazándome y nos separamos.

—Eso espero— reímos— ¿Ellos donde están?

—Vienen por el ascensor...

—¡Nathalia!— corrió Martín hacia mi para abrazarme.

—¡Martín!— también corrí hacia el.

Ese era el abrazo que necesitaba, Martín siempre me transmite energía positiva y le agradecía cada que podía por su compañía.

—Marto, te quiero— lo seguía abrazando.

—También te quiero, mi Nathy.

Al separarnos vi a lo lejos a Villamil, Simón y Juan.

—Yo también te quiero Nathalia— gritaba Simón al verme junto a Martín.

Ellos llegaron hacia nosotros y los saludé muy amablemente.

—Los extrañé mucho chicos— dije abrazando a Juan Pablo.

Entramos a su apartamento y comenzaron a hacerme preguntas.

—¿Hace cuánto llegaste?— preguntaba Martín a mi lado en el sofá.

—Llegue hoy, hace unas cuantas horas— mentí.

—¿Qué te hizo venir?— Simón preguntó.

—Tomé vacaciones, serán algo cortas...

Manuela detuvo las preguntas hasta que Pedro llegó a saludarme, tanto el cómo los chicos me hacía varias preguntas. Los demás nos dejaron solos a Juan Pablo y a mi por tanto hostigamiento.

—Qué linda habitación...— le decía.

—Qué lindo vestido— dijo abrazándome por la espalda y dejando un cálido beso en mi cuello— y buenas botas...

—Qué lindo eres, conmigo— me giré para abrazarlo— te extrañé mucho...— le di un beso, el no había dejado de abrazarme.

—Sabía que volverías pronto, algo me lo decía pero no imagínate que fuera tan rápido— ahora el me dio beso tierno.

—Tampoco sabía que vendría a España, solo viaje porque sí...

—¿Por qué sí? ¿De casualidad hay otra razón para viajar hasta España?— se separó de mi.

—Pues... Inicié el viaje por mi familia, luego estuviste tú y mis amigas...— dije separándome y sentándome en su cama.

—Está bien... Oye Natha, siento que debo decirte algo con respecto a una de tus amigas...

—¡No me digas que te gustó Camille!— comencé a reír pero el estaba serio.

—Camille me parece una gran chica, ella sacó la conversación sobre nosotros y preguntó varias cosas como...

—¿Lo qué somos?

—Si, sobre eso...

—A veces me pregunto lo mismo que ella sabes Juan— dije mirando mis manos— es bueno que hablemos de eso para saber que haremos con esta "vida amorosa" que tenemos.

—¿No crees qué sea bueno hablar de esto ahora?— me mira extraño— me refiero a, que apenas llegaste y no sería conveniente hablarlo...

—No tengo problema con hablar de esto Juan porque sabes que llevamos mucho tiempo así y creo que lo mejor sería resolver las dudas que tengamos.

¡Eso es, vamos con toda!.

—Nath... — caminó hacia mi— vamos a cenar y allá te diré todo lo que quieras saber— me tomó de la mano para salir del apartamento.

Accedí a salir con él porque lo quiero, porque debemos hablar de todo esto y porque estoy harta de que me mientan.

Además tengo  hambre.

•••


Nota del autor: ¡Ayyyy, joder!

¡Se prendió esto de nuevo!

Les quiere, Natalia.

ROZAGANTE | Juan Pablo Isaza P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora