Capítulo 30

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Sentía un peso encima de mi, me desperté de repente al sentir algo con cabello. En mi mente pasaban miles de cosas y al mirar que era "eso" no entendía nada.

¿Qué es esto?

¿Una pierna?

—Oye despierta— le decía intentando mover su gran pierna.

Era una gran cama, supongo que soñando se movió de tal manera que su cuerpo quedó al otro extremo de la cama.

—¡Levántate por favor!— lo movía pero aun seguía durmiendo.

Esperen, ¿Quién es ese?

—Nathalia podrías calmarte, estaba durmiendo plácidamente y tu solo me gritas para que me mueva...

Esa voz, joder.

—¿Simón?— mierda.

—¿Qué?

—No sabía que había dormido contigo— me quede paralizada— tenía tanto sueño que entre a la segunda habitación que vi. 

—¿Cómo así qué segunda habitación?— cuestiona frotando sus ojos.

—Me había quedado hablando con Manuela y vi que ustedes se habían dormido... Además, no te concierne saber quien fue el primero, don chismoso.

—Ay Nathy— hace cara de perrito— solo quiero saber para después golpearlo.

—Estaba muy mal, la verdad no lo recuerdo muy bien— era completamente cierto.

Ayer bebimos demasiado y no recuerdo gran parte de las cosas.

En las horas de la tarde.

Lo lamento.

—No entiendo como no puedes recordarlo— dice mirando mi cabello hecho un desastre.

—Y yo tampoco, todos se acostaron en las habitaciones de los otros y ninguno recuerda que paso ayer. Ahora imagínate como me siento.

—Supongo que tendremos que investigar, ¿No lo crees?— Manuela me mira ansiosa como si estuviéramos en una película o una serie de investigación criminal.

—Manu, lo podremos hacer después, voy a cenar con mi familia en la noche y ni siquiera sé que ponerme.

—Tranquila, yo te ayudo— me mira coqueta y se va corriendo por su maleta.

Esta noche hablaría seriamente sobre algunos temas, eran de suma importancia porque estaría un buen tiempo en España reencontrándome con antiguos conocidos. Por otra parte, debía pedir un gran favor a alguien especial.

—Primero cuéntame como será la cena.

—Babymanu, primero yo te agradezco por hacer esto— la abrazo y ella me de vuelve dicho abrazo— y la cena es casual, solo estaremos familia y conocidos en Messina.

—Babymanu, primero yo te agradezco por hacer esto— la abrazo y ella me de vuelve dicho abrazo— y la cena es casual, solo estaremos familia y conocidos en Messina

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—Comprendo, te voy a mostrar varios outfits y tu escoges el que más te guste— asentí y Manuela comenzó a sacar prenda por prenda.

—Tenemos el número uno, casual.

—El número dos es un poco más elegante, los zapatos son más cómodos

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—El número dos es un poco más elegante, los zapatos son más cómodos.

—Y el último, el número tres es un poco más arriesgado, rompiendo los estereotipos

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—Y el último, el número tres es un poco más arriesgado, rompiendo los estereotipos.

—¡Me conoces bien, usaré el tercero porque me encantó demasiado!— le digo feliz tomando lo ropa

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—¡Me conoces bien, usaré el tercero porque me encantó demasiado!— le digo feliz tomando lo ropa.

Manuela me ayudo a vestirme, como ella es más pequeña que yo el pantalón me quedo en los tobillos y el blazer me quedo muy bien. Después de vestirme me despedí de todos y salí en dirección al restaurante con gran prisa.

Posteriormente hablamos de grandes problemáticas, mis padres debían separarse por sus trabajos; es decir, vivir en diferentes países pero unidos por medio de la tecnología. Ellos vivirían lejos y yo me quedaría aquí en España con la familia de mi tío.

Mientras tanto, hablé con la persona a la cual le pediría ese gran favor que tanto necesitaba.

—Por favor, dime que sí lo harás.

—¿Cuándo es?

—Es en una semana y media, ¿eso es un sí?

Lo veía pensativo y lo conozco, es un rotundo sí.

•••


Nota del autor: Me gustaría saber a ustedes cuál outfit les pareció mejor, cuénteme en los comentarios.

Les quiere, Natalia.

ROZAGANTE | Juan Pablo Isaza P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora