Capítulo 24

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Vi cómo se quitaba la camisa y intentaba quitarme la mía, hasta que lo logro. Sus besos eran infernales y tentadores, me hizo tensar cuando sus manos pasaban sobre mis piernas intentando llegar más allá.

—No te imaginas cuanto te deseo— gruño mirando fijamente mi bralett.

—No te imaginas cuanto te deseo— gruño mirando fijamente mi bralett

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—Eso no se quedará ahí por mucho— señaló el bralett.

Lo tomé desprevenido y logré ponerme encima de él.

—No creo que solo este sea tu juego— dije deslizando mis manos sobre pecho bajando a tu pantalón.

Poco a poco intentaba abrir el botón y daba una mirada a su rostro, podía sentirlo tenso y diciéndome "¡hazlo ahora!".

Cuando iba a hacerlo escuché a alguien llamando desde la puerta, nos miramos y salí corriendo a tomar mi camisa para abrir la puerta, yo bajé al primer piso y pregunté quién estaba ahí.

—Servicio de alimentos— dijo una señora.

Abrí la puerta y ella me sonrió.

—Buenas tardes, le informó que la hora de almuerzo a comenzado y se terminará a las 3:00 PM.

Son las 12:21 PM, teníamos tiempo de almorzar.

—Oh, muchas gracias por informarme— le sonreí y se fue.

Sentí un alivio al cerrar la puerta; no obstante, Jerónimo me abrazó por la cintura y solté un pequeño grito.

—¿Qué te dijo?

—Hora de almuerzo de 12:00 a 3:00 PM.

Me giré para abrazarlo de nuevo pero mis ojos cayeron al ver que solo estaba en ropa interior.

—No te ves mal— reí.

—Lo se, soy espectacular— reímos y me sé acercó a mi—¿Quieres seguir?—asentí.

Él me cargo hasta llegar al sofá y decidió volverme a quitar la ropa hasta dejarme en ropa interior, comenzó a besarme y supe que ya no había vuelta atrás.

El día estará muy, muy ocupado.

•••


Nota del autor: Amo, yo en la vida soy la señora que toca la puerta.

Les quiere, Natalia.

ROZAGANTE | Juan Pablo Isaza P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora