Capítulo 44

190 13 4
                                    

Luego de meditar varias veces con mis amigas sobre lo que había hecho con Juan Pablo— mi novio mis amigas estuvieron totalmente de acuerdo con nuestra relación después de una larga pelean en la que yo iba en búsqueda de la verdad y al final salí comprometida... No comprometida sino en algo más serio.

—Entonces...

—Entonces... Ahora eres la novia de Juan Pablo, el buen Juanpis— dice Verónica y reímos— nuestra labor aquí no ha terminado— Camille asiente— es nuestra responsabilidad llegar a la verdad con o sin ti, por más que suene mal...

—De eso no hay problema, si en algún momento descubrimos algo lo afrontamos o bueno yo lo afronto— reí.

—Nunca estarás sola Nathy, eso jamás.

Seguimos hablando, hasta que llegaron los chicos a pasar el rato en nuestro apartamento.

—Yo abro— dijo Verónica caminando a abrirles la puerta y les abrió— pueden pasar, amigos.

Llegaron Martín, Simón y Villamil, ello inmediatamente nos saludaron.

—¿Qué tal va la banda? Si necesitan a alguien que toque la batería yo conozco a alguien— dijo Camille mirándome.

—¿Qué? Yo no sé nada, yo no existo— reí timidamente junto a los demás.

—Yo creo que Nath anda preocupada porque no esta... ¿Cierto chicos?— comentó Verónica.

—Él estas en sus cosas, ¿Por qué debería preocuparme?— escuché a alguien tocar la puerta y fui directo a abrirla.

—¡Les dije que lo estaba, mírenla como corre a abrir la puerta!— reímos aunque fuera verdad, estaba esperando a Juan Pablo.

Mientras la abría vi una figura alta, con gafas, gorra y cabello no tan largo. De repente pensé, "¿QUÉ LE PASÓ A TU CABELLO?".

—¿QUÉ? ¿QUÉ HAS HECHO?

— Es mi cabello, ¿Cierto?

—Claro que sí, así no te quiero— lo abracé— te extrañé muchísimo— lo tomé de la mano y lo llevé a donde estaban los demás.

—¡Miren quién llego!— lo abracé de nuevo, Verónica junto a Camille corrieron a saludarlo.

—No te queremos con el cabello así, vete— rió Camille junto a Verónica.

—Déjenlo, así se ve perfecto— lo llevé hasta donde Simón, Martín y Villamil.

—Chicos— llamé su atención— él es Daniel, uno de mis mejores amigos.

Ellos me miraron extraño y él también lo notó, entre ellos se presentaron y Daniel remato diciendo algo que me hizo reír demasiado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Ellos me miraron extraño y él también lo notó, entre ellos se presentaron y Daniel remato diciendo algo que me hizo reír demasiado.

—Te faltó decir que fui el mejor novios — la cara de los chicos se tornó pálida hasta que empecé a reírme junto a mi mejor novio.

—Eres el mejor— luego de reír lo abrace de lado— chicos Daniel siempre bromea con esas cosas así que no lo tomen en serio, JAMAS por favor.

Una parte de Morat seguía molesto, según yo, por lo que había hecho Daniel, la otra parte; es decir, Martín, se había acoplado muy bien al nuevo ambiente.

—Daniel— dijo Villamil— ¿Hace cuánto conoces a Nathalia?

—Desde pequeños, junto a verónica hemos sido muy unidos.

—¿Tan unidos que fueron novios?— dijo Simón y Martín lo codeó, mientras yo lo miré de mala manera.

—Nosotros nos queremos, más bien nos amamos y nuestra relación siempre ha sido de amistad. De tal manera, que nos tratamos amorosamente sin ser novio, hablo por Daniel y por mi respondiéndote esa pregunta.

—Pregunté mal, lo siento Nath...— se dirigió al balcón y yo lo seguí.

—¡Hey! no hay problema— me acerqué a él y apoyé mi cabeza en su hombro— entiendo tu labor como buen amigo y cuidarme por Juan, pero puedes estar totalmente tranquilo. Mi corazón ya lo tiene él... Y también tu novia— corrí hasta el sofá en donde estaba Villamil.

—¿Mi novia? ¡Mi novia, Nathalia explícame eso!— corrió hacía mi pero el ruido de la puerta lo detuvo.

Entre todos nos miramos para saber quien iba a abrir, nadie quería hacerlo, pero uno de todo el grupo se ánimo por abrirle a la persona desconocida que estaba al otro lado de la puerta.

•••


Nota del autor: Ah caray, Daniel es ese amigo que siempre da la cara por el grupo. Pero esta vez no debió hacerlo.

Les quiere, Natalia.

ROZAGANTE | Juan Pablo Isaza P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora