Capítulo 35

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Recurrí a mis escapes rápidos, volví con mi familia y me separé de todos mis contactos. Estaba claro que no volvería a ver a nadie de Colombia, nunca más.

Fin del Flashblack.

Recordé.

—Sé que fue muy cobarde de mi parte, lamento desaparecer cuando hay problemas...


Juan Pablo Isaza P.

Flashback.

¿Ahora que hago?

—Isa, cálmate, déjala que respire un momento— me decía Pedro.

—¡Sabía qué Andrea no tenía buenas intenciones, lo sabía!— intentó calmarme pero no lo logro— lo peor es que me dice "dile a ella la verdad y por qué no te merece"...

Ahora que entendiste lo que hizo Andrea se lo podrás explicar a Nathalia— dice Villamil entrando a la habitación.

—Se que Nathalia me está odiando en este momento y que al estar en ciudades diferentes no ayuda mucho. Cuando nos separamos la última vez supe que no encontraría a una chica como ella, pero llega Andrea y hace que todo lo que había escalado se derrumbe.

—Isa, primero recuerda lo que hiciste...— eso no ayuda— Aun así, has lo posible por recuperarla— dijo Simón entrando con Martín.

—Nosotros te ayudaremos con lo que podamos, eso hace la familia— Martín me abraza.

Haré lo posible por volverla a enamorar, cueste lo que cueste.

Fin del Flashback.

—Perdón por hablar de esto ahora, solo que no sabía cómo arreglarlo y tal vez se me hizo tarde para hacerlo.

—Lo siento— caminó de rodillas encima de la cama y me abrazó— fue mi error perderme y dejar todo como si no hubiera pasado nada— me abrazó más fuerte y se volvió a sentar.

—Entonces, ¿Crees qué podemos comenzar de nuevo? ¿Cómo amigos?

—Claro que sí, como no seríamos amigos si estoy en la misma cama que tú— reí.


Nathalia Martinez S.


Amigos, después de tanto solo seremos amigos.

—Oye Juan, una pregunta, ¿Cómo llegue hasta aquí?

—Fue algo extraño— ladeó su cabeza y sonrió— tu caminaste hasta la primera habitación que viste y te dormiste en la cama.

Es cierto cuando dicen que los ebrios pueden hacer muchas cosa.

—Lo siento por haber entrado a tu habitación sin tu permiso.

—No te preocupes, ahora a dormir— dijo acostándose de nuevo.

—Está bien, descansa— vi que el se giró y yo decidí rodearlo con mi brazo.

ROZAGANTE | Juan Pablo Isaza P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora