Capítulo 5

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Al despertar intentaba no pensar en Nathalia, pensaba en mi familia, mis amigos y hasta en la banda para superar el recuerdo de esa chica. Debía superarlo.

¿Por qué es tan difícil dejar ir a una persona?

¿Por qué no nos enseñaron desde pequeños el desapego y cerrar ciclos?

La vida me ha enseñado que en el amor todo se puede; siempre embargo, otras veces no. Creo que esté el es momento en tomar de nuevo una gran decisión y es viajar a otro lugar que no sea México.

Me dirigí al baño en mi habitación y encontré una pequeña caja con una nota que decía "Te veo afuera"  adentro de la caja había otra nota que decía "Apúrate". Me organicé lo más rápido posible y salí de mi casa, afuera me esperaba Susana con una gran sonrisa.

—¿Ahora qué pasó?— no es normal que haga este tipo de cosas.

—Solo quiero que vayamos a desayunar juntos en un lugar tranquilo.

—Entonces vamos, pero tú conduces— la señalé y reímos.

Entramos al auto de Susana y comenzamos a tararear una canción que teníamos en mente.

—Oye...— dijo Susana haciendo una pausa— Pedro me habló ayer para la ayuda de una nueva canción...

—¡Qué bueno, esa es mi hermanita!— nos alegramos mucho por el comentario que había hecho.

—Gracias por todo Juan, pero, la cuestión es que debo de ir a México.

Oh no, por favor.

—¿A México?— ¿Qué?— ¿Iras con alguien más?

—Pedro me dijo que ustedes también irían, pero que era una sorpresa y claramente te dañé la sorpresa.

—Ay, no me digas— hablaba masajeando mis sienes— pues... Está bien, no le veo ningún problema.

Después de hablar de trabajo llegamos a un lugar muy hermoso lleno de naturaleza, se llama Todos Los Fuegos, El Fuego Restaurant.

Susana y yo desayunamos, hablamos de muchas cosas y volvimos a nuestra casa. Allá nos esperaban Pedro y los chicos además de Nabalez y Mango.

Al llegar a la casa todos estaban hablando de un tema supremamente "privado" hasta que llegué yo y todo se mantuvo en silencio.

—Sigan, sigan, yo también quiero unirme a la conversación.

Simón y Villamil se miraron.

—Seamos claros y no guardemos nada— dijo Simón mirándome fijamente— estábamos hablando de que Martín y yo pasaremos nuestras vacaciones con nuestras novias y pues... Villa— lo miro a él y llego a mi— no sé y tú...

—No pasa nada— reí un poco.

Real, me siento cómodo.

Simón.

Volviendo al tema.

—Susana me dijo que ella estaría en México...— hablé silenciosamente.

—Debemos seguir con lo que llevamos y México no nos puede afectar o bueno no lo puede afectar a él— Villamil expuso su opinión.

Todos estamos de acuerdo con eso.

—México es muy grande como para encontrarla al lugar que vayamos, chicos creo que no deberían de preocuparse por eso— comentaba Nabalez mirando su guitarra— él es fuerte y debemos apoyarlo en todo.

Al instante llegó Juan Pablo Izasa.

•••


Nota del autor: Rayos, no se porque todos piensa que Juan Pablo está muy mal del corazón, todos sabemos que el es muy fuerte y puede superarlo.

Juan Pablo Isaza: ¿Crees que no me duele Natalia?

Natalia: Lo lamento, ¿Esta bien?

Juan Pablo Isaza: No estoy seguro de eso...— gira sus ojos molesto.

Natalia: ¡Deja el drama! Me voy.

Juan Pablo Isaza: ¡Vete! No te necesito.

Natalia: Claro, me iré como ella...

Juan Pablo Isaza: Golpe bajo, muy bajo.

Natalia: Perdón— Le da un abrazo y se va.

Ya veo que Juan me odia.

Les quiere, Natalia.

ROZAGANTE | Juan Pablo Isaza P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora