Capítulo 2

430 22 4
                                    

Después de pasar la tarde con Pedro y ANYMAL Records (conformado por Serge, Pop Machine y Nick Melo) hablando musicalmente de los cambios que tendría Morat y sus nuevas colaboraciones me emocionaba bastante, esto me llena el alma porque es lo que nosotros siempre habíamos soñado.

Al caminar hacia mi auto empecé a tararear y palmear con las manos un nuevo ritmo, me gustaba pero claramente no estaría incluido a la estructura musical de Morat. Solo podría decir que me encantó como sonó y se que a alguien le gustaría igual que a mi; así que, me dirigí a su apartamento.

Después de un largo trayecto y un poco de tráfico llegué a aquel apartamento en donde había una variedad de colores y texturas.

Resaltaba Martín.

—Perro, ya me hacía falta verlo—me abrazo fuertemente.

—Parce— lo abracé mucho más fuerte— usted también me hizo mucha falta, ¿Está solo?

—No, ¿Algún problema?— respondió alguien desde la parte de atrás, una voz que se me hacía familiar.

—Ay, Moncho, venga deme mi abrazo— Simón llego en tiempo récord y me abrazó muy feliz.

—Solo falta Villa y estaría la banda completa— dije desilusionado.

—Él llega más tarde, esta algo ocupado— mencionó Simón mirando su teléfono.

Mientras esperábamos a Villamil hablamos de nuestras pequeñas vacaciones, sí, vacaciones porque estábamos en Bogotá y podíamos hacer lo que nos gustara estando en casa.

De repente llegó Villamil y todos corrimos a abrazarlo.

—¡Villa, perrito!— exclama Martín y todos reímos.

—Ya, ya chicos, no es para tanto— habla Villamil separándose de todos nosotros.

—Es mejor que lo dejemos respirar.

Pedimos un domicilio de comida, conversamos, jugamos FIFA, hablamos de muchos temas increíblemente interesantes hasta que a Martín se le ocurrió preguntar uno muy particular.

—Villa, ¿Le puedo hacer una pregunta?— Villamil asintió— ¿Usted aún habla con Susana?

Los tres me miraron.

—A veces, las cosas entre ella y yo están bien, solo somos amigos, eso es todo...— contó Villamil sintiéndose un poco incómodo.

—Villa tranquilo, puede hablar de ese tema sin problema— le sonreí.

—Isaza...— dijo Simón— ¿Usted cómo se siente?

—Supongo que bien, ustedes saben que desde hace mucho no nos comunicamos... Pero yo me siento bien y intento dar lo mejor de mi para superarlo— al terminar de hablar Simón me dio un abrazo.

—Cualquier cosa estamos aquí, siempre para usted y lo que necesite— aclara Simón dándome un voto de confianza.

—Gracias por todo chicos, pero ahora debo partir porque está muy tarde y mañana tengo cita médica.

Me despedí de los chicos y me dirigí para mi casa.

Le doy gracias a la vida por poner a estas personas tan peculiares y maravillosas en mi camino, no sé realmente qué haría sin ellos o sin el apoyo de mi familia. Creo que últimamente he estado muy reflexivo, tal vez es por la yoga o algo. Supongo.

Al día siguiente.

Hora:9:45 AM.

Tengo la cita a la 9:30 AM y sabía que estaba muy tarde, probablemente mi psicóloga me regañaría por llegar tarde. Corrí hacia el hacia el consultorio ciento nueve, toqué la puerta y ella me dijo que siguiera.

—Señor Juan Pablo, ¿Sabe usted que llegó tarde a su cita?

—Lo siento, no fue mi intención hacerle perder el tiempo...

—Tranquilo, me presento— estrecho su mano con la mía— mi nombre es Verónica Villa y el día de hoy tendrá una sesión de terapia emocional conmigo.

Se paró de su asiento y me hizo una seña para que caminara y me sentara en un sofá.

—¿Está listo Juan Pablo?— asentí y me senté el sofá— bueno, primero empezaremos con el "detonante o lo que provocó esos sentimientos de los que antes habíamos hablado..."

Mantén la calma, Juan Pablo.

—Como le había dicho antes... Ahora tocando el tema amoroso... Hubo una chica la cual se robó mi corazón, nos separamos una vez pero luego la volví a ver en otro país, fuimos muy unidos ese poco tiempo en España pero tristemente ella debía irse para su ciudad natal y yo debía seguir con la gira de la banda. Al momento de estar en distintos países nuestra conexión siempre fue buena, hasta que se filtraron unos chismes y ahí fue cuando todo terminó.

—Entiendo— escribió en su planilla— ¿Cómo se llama la chica?

—Nathalia... Nathalia Martínez S.

La psicóloga me miró extrañada y pareció incomodarse cuando escucho ese nombre.

—¿De casualidad conociste a esa chica en la cuidad de Medellín?

—Si— ahora yo la miré extraño— ¿Por qué la pregunta?

—¿Qué?— sonrió—¡No puedo creerlo!— intento calmar su emoción— ¡Tú eras ese Juan Pablo!— dijo riendo un poco— yo soy su mejor amiga, Verónica, la que vivía con ella antes de que se fuera a España.

—Ahora lo entiendo todo— reímos un poco.

Pasó el tiempo y hablamos de absolutamente todo, todo lo importante.

•••


Nota del autor: Me muero, fue chistoso ver que tu mejor amiga y tu ex-novio no novio se conocen.

La terapia siempre nos hace bien.

Les quiere, Natalia.

ROZAGANTE | Juan Pablo Isaza P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora