Cúrame el alma

Capítulo 3

¿Qué leyenda?💉

La castaña despierta suavemente sintiendo como el sueño abandona su cuerpo.

Se levanta y se acerca al gran ventanal de su habitación que le da una perfecta vista del cielo estrellado. <<La noche es perfecta para tomar una taza de chocolate caliente, frente a una fogata, a la luz de la luna y las estrellas mientras leo un libro. ¿Aunque estará muy tarde para ello?>>. Piensa y decide acercarse a la mesita de noche donde está su teléfono para ver la hora, pero algo más la distrae.

Tiene un mensaje de un número no registrado, entra y lee el contenido.

"Lamento haberla tomado en mis brazos, pero no me parecía justo dejarla allí recostada. Se durmió mientras hablábamos así que decidí irme a casa. Espero que despierte mejor. Zeus".

<<¿Cómo ese hombre consiguió mi número? ¿Será que lo sabe todo? Al parecer sí>>. Sale de sus pensamientos y decide darse una ducha, mientras tanto Zeus se ahoga en documentos con un vaso de cristal en sus manos.

—¿Nieto, se puede saber que tienes? El abuelo me dijo que has estado estresado y... —Habla la abuela Russo entrando en la oficina de su nieto, pero al ver la mirada de este, piensa mejor la palabra que utilizará. —¿Ocupado?

—Abuela, me está pasando algo y no sé qué es —Responde este bebiendo de un solo trago el contenido de su vaso.

—¿De qué se trata, cariño? —Se sienta frente a él.

—Ayer conocí a una chica, es hermosa aunque no de forma deslumbrante... —Piensa en la forma tan inusual en la que se conocieron. Sin darse cuenta, una sonrisa se adueña de sus labios mientras continúa hablando. —Lo que sucede es que siento que no puedo estar lejos de ella, no me he interesado en la empresa o los negocios desde que la conocí. Incluso, aquí leyendo estos contratos, no he tenido cabeza para ellos.

—¿Estás diciéndome que sientes algo por esa chica?

—No lo sé, solo siento que no puedo estar lejos.

—¿Has escuchado la leyenda del hilo rojo?

—No.

—Es una leyenda china y afirma que aquellos que están unidos por el hilo rojo son almas gemelas, sin importar cuánto tiempo pase o las circunstancias que se encuentren en el camino de la vida.

—¿En serio debo creer en esas cosas? ¡Por Dios, abuela! Ya somos personas adultas —Se levanta para servirse otro trago. —Lo que siento por esa chica es... Simplemente atracción —Responde tratando de convencerse así mismo.

—¿Sí? ¿Quieres poner a prueba la leyenda?

—¿Cómo?

—Hagamos una apuesta. Aléjate de ella, sí es tu alma gemela volverán a encontrarse una y otra vez hasta que lo aceptes. Cuando te des por vencido y aceptes que ella es tu alma gemela, sabré que habré ganado la apuesta.

—Abuela, eso es una pérdida de tiempo.

—¿Entonces, aceptas?

—Está bien —Se dan la mano ya que no es capaz de rechazar una buena apuesta y, tal vez, poner a prueba la dichosa leyenda. —No la buscaré ni intentaré acercarme.

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—¡Amy! —El grito desesperado de Camila en el primer piso hace que la castaña se levante, literalmente, corriendo. Baja al primer piso y la ve observando un estuche con cara de fascinación.

—Por tus gritos creí que se incendiaba la casa. ¿Qué carajos te pasa? ¿Pretendías matarme de un infarto?

—Ayer, Zeus Russo te mandó un ramo de rosas hermosas y hoy te envía joyas. ¿A qué están jugando? —Le muestra el hermoso estuche en sus manos.