Capítulo 22

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Todo hasta aquí💉

El sonido alarmante de su teléfono logra despertar a la doctora. Se remueve un poco entre los brazos de Zeus provocando que esté la suelte y se gire contra la ventana para evitar que los rayos del sol impacten en su rostro.

La castaña se acerca a la mesita y contesta la llamada sin revisar de quién se trata.

Buenos días.

Su voz sale más ronca de lo normal y no le importa si asusta a la persona al otro lado de la línea. Quien sea que la está llamando perturbó su sueño.

Amethyst, soy yo.

¿Sophie?

Sí.

¿Qué sucede?
¿Te pasó algo?

A mí no, pero
a la abuela sí.

¿¡¿Qué?!? ¿¡¿Qué
sucedió?!?

Se altera provocando que el rubio en su cama se despierte.

—¿Baby, qué ocurre? —Pregunta, pero la castaña lo ignora.

Tuvo un infarto,
justo ahora vamos
de camino al
hospital siguiendo
la ambulancia.

Ok, nos vemos allí.

Corta la llamada y se gira hacia el rubio al mismo tiempo en el que unas lágrimas traicioneras se deslizan por sus mejillas.

—¿Amethyst, amor, que ocurre? —Cuestiona mientras se acerca a ella.

—La abuela tuvo un infarto, ahora la llevan al hospital —Responde con un hilito de voz mientras su alma parece abandonar su cuerpo.

—¿Qué? —Estudia su rostro con detenimiento y preocupación. —Ven, debo llevarte al hospital —La arrastra hacia el baño y juntos se dan una rápida ducha para salir de la habitación.

—Debo hablar con Camila, ella es la mejor cardiocirujana del país y ella debe ser quien revise a mi abuela —Le informa a su pareja.

—Aún no sabemos si necesita cirugía.

—Yo soy su nieta, sé que la necesitará—Afirma segura. El rubio decide no contradecirla y permite que esta vaya en busca de su amiga. Al cabo de unos minutos, los rubios en compañía de sus parejas ingresan en el hospital. —¿Lorraine, dónde está mi abuela?

—Está en la habitación 3B con el doctor Méndez.

—No quiero que él la atienda, la atenderá Camila.

—¿Qué? Doctora, no puede tomar esa decisión...

—Sí la puedo tomar, ella es mi abuela y puedo tomar esa decisión una y otra vez —Habla con la rabia escalando a grandes niveles.

—Amy... —El tatuado a su lado le advierte dándole un leve apretón de manos.

—Como usted decida, doctora.

Una hora después...

El teléfono de Zeus rompe el gran silencio que existía en la sala de espera.

—Permiso —Se levanta y se aleja un poco antes de responder.

—Por lo que veo las cosas entre tú y él Russo son en serio —Habla el señor Jerry.

—Jerry, no intente actuar como si fuéramos una familia feliz porque todos aquí sabemos que no es así.

—Y siempre tan... —Esta por hablar cuando la presencia de Zeus lo interrumpe.

Cúrame el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora