Miedo💉
—Me sorprende el saber que aceptaste que nuestro nieto y la doctora sigan juntos sin hacer una de tus artimañas —Habla la abuela Russo viendo como su esposo y el abogado de este se dan mirada de complicidad.
—¿En qué momento dije que lo acepté? —Pregunta viéndola directamente a aquellos ojos que hace años lo hechizaron.
—¿Abogado, puede dejarnos solos? —Este asiente y se marcha. —Arruinamos la vida de nuestro hijo al obligarlo a casarse con Celeste, una mujer que no amaba y que no lo amaba, y ahora planeas arruinar la vida de nuestro nieto, al que criamos como nuestro hijo.
—No planeo arruinar nada, pero no permitiré que mi nieto se case con una mujer que yo no he elegido para él.
—¡Y yo no permitiré que te metas en su relación! —Reacciona. —He visto a mi hijo, a mi nuera y mis nietos sufriendo por nuestra decisión y no permitiré que les hagas más daño, ya basta.
—¿Y qué planeas hacer? —Se levanta viéndola fijamente a los ojos. —¿Vas a traicionar al hombre que ha estado a tu lado por casi toda tu vida?
—No me chantajees —Le advierte viéndolo con la misma expresión. —Mi nieto ya es adulto y puede hacer lo que quiera. Tú no te interpondrás o perderás a tus nietos y a la mujer que ha estado a tu lado por casi cincuenta años —Le advierte y sale de la oficina dejándolo en completa soledad.
—Hermano, debes calmarte... —Le dice su hermana menor al verlo caminar de un lado a otro mientras el mejor cirujano del país opera a su novia. Junto a ellos se encuentran Michael, los internos de la castaña, dos enfermeras y el jefe quien se encargó de que el hombre que hirió a su doctora se pudra en la cárcel.
—¿¡¿Calmarme?!? —Grita al mismo tiempo en el que su madre llega al área de espera. —¿¡¿Cómo pretendes que me calme cuando la mujer que amo está siendo operada?!? —Aquella confesión logra sorprender a los presentes aunque ninguno lo demuestra. —Necesito verla, necesito sentirla y solo así estaré calmado... —Suspira dejándose caer en la butaca de color gris.
—Hijo... —Su madre se acerca a él. —Entiendo tu desesperación, pero debes calmarte.
—Mamá... —Por primera vez en años la ha llamado de aquella forma lo que llena de lágrimas los ojos de la mujer frente a él.
—¿Qué pasa, hijo? —Pregunta al borde de las lágrimas.
—No quiero perderla, no a ella —Deja salir un suspiro. De pronto, las puertas del quirófano se abren dejando ver al cirujano quien estuvo a cargo de la operación. —¿Doctor, como está Amethyst?
—Tuvimos un inconveniente en el quirófano ya que la anestesia no fue lo suficientemente efectiva lo que permitió que la señorita despertara mientras la operaba, pero rápidamente logramos resolver ese problema y ahora se encuentra estable. La bala entró y salió, y por suerte no perforó ningún órgano importante...
—¿Está bien?
—Sí, la trasladarán a una habitación en pocos minutos. Permiso —Se aleja.
—Te dije que mi cuñada estaría bien —Le dice la rubia acercándose a él.
—Sí... —Suspira con alivio y siente como el oxígeno regresa a sus pulmones.
El aparato móvil en su bolsillo comienza a sonar, lo toma en sus manos y ve el nombre de su hermano menor en la pantalla por lo que se aleja un poco para contestar.
¿Hermano?
Zeus, es Camila
quien habla. ¿Qué
sucedió? ¿Cómo
está Amy?
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Cúrame el alma
Ficção AdolescenteUna noche, una fiesta, una botella de vodka, un accidente y un desconocido. Aquella noche sería la noche más feliz de su vida para Amethyst, su cumpleaños número 32, pero aquellos planes terminaron cuando vio a su prima cogiendo con su pareja. ¿Qué...