Capítulo 14

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Secuestro 💉

—Este ha sido el turno más relajado y aburrido de todos —Se queja la castaña mientras ella y varios médicos residentes toman un café en la cafetería del hospital.

—Sí y se pondrá peor —Le informa Camilla llegando a ella. —Acaban de asignar a los internos.

—¡No! —Se queja la castaña. —Todos menos tener internos detrás de mí —El rastreador de cada doctor y enfermera en la cafetería se enciende indicando una urgencia en emergencia.

Con paso decidido, todos van hasta allí encontrando a unos paramédicos moviendo a una señora.

—¿Nos mandan a llamar por solo una paciente? —Pregunta una cirujana.

—Su nombre es Teresa Ricci, accidente de auto, atravesó el parabrisas y sus heridas son tan graves que no sabemos si sobreviva —Informa un paramédico mientras entran a la sala de trauma dos. —Su hija viene atrás.

—Yo me encargo de la niña —Responde la castaña y espera hasta ver en una camilla a una pequeña castaña de ojos verdes atravesar las puertas de emergencia junto con otro paramédico. —Hola pequeña, yo soy la doctora Williams y...

Dove sono mamma? —[¿Dónde está mami?] Pregunta en italiano.

—¿No comprende español? —Le pregunta al paramédico.

—Al parecer no, le he estado haciendo preguntas, pero solo sabe hablar en italiano.

—¡Genial! —Dice con ironía al ver cómo sus tres internos llegan a su lado. Esa mañana, el jefe les informó que desde ese día tendrían internos a su cargo por lo que deberán enseñarles y educarlos lo más que puedan. —¿¡¿Alguien de aquí sabe italiano?!? —Pregunta en voz alta aunque nadie le responde. De pronto, llega un recuerdo a su memoria. —¿Cuáles son sus nombres? —Les pregunta a sus internos.

—Jared —Ladra un chico de piel oscura y ojos mieles.

—Byron —Habla un castaño de ojos verdes.

—Elena —Es su única interna. Su pelo es corto, ni siquiera cubre sus orejas, pero a decir verdad es muy bonita.

—Bien. Elena, ve a mi casillero y trae mi teléfono. Es urgente —La chica sale disparada hacia dónde su médica residente le había ordenado.

La castaña ayuda a la pequeña a sentarse en la camilla con la intención de revisarla, pero está no se queda quieta.

—Aquí está su teléfono, doctora Williams.

—Gracias. Cuiden a la niña —Les ordena antes de alejarse. Marca el número del rubio y lleva el teléfono a su oído.

Buenos días,
doctora.

Buenos días,
lamento si te
interrumpo, de
seguro estás en
una reunión o
algo así...

Acabo de salir
de una. ¿Qué
pasa?

Tu familia por
parte de padre
es italiana,
¿cierto?

Sí.

¿Y tú sabes italiano?

Sí.

Necesito que vengas
al hospital.

¿Doctora, a qué
se deben todas
estas preguntas?
¿Te pasó algo?
¿Estás bien?

Cúrame el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora