Capítulo 24

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Linfoma💉

—Buenos días —Saluda Zeus llegando al comedor donde se encuentran su hermano, su novia, su mejor amigo y la pelirroja que tuvo una relación con su hermano o eso cree.

—Buenos días, amor —Responde la castaña quien camina de un lado a otro. Se acerca a él y le da un rápido beso en los labios para volver a alejarse.

—¿Por qué tan apresurada? —Pregunta sentándose en el comedor.

—Mi turno inicia en menos de treinta minutos —Responde tomando una goma para recoger su cabello en una cola alta.

—Al parecer las sábanas se le quedaron pegadas o algo más... —Bromea Hera ganando un zape por parte de su hermano Ares quien no ha dicho una sola palabra.

—¿Quieres que te lleve? —Ignora el comentario de su hermana menor mientras se acerca a su novia y la toma de la cintura obligándola a detenerse.

—No, tú quédate a desayunar —Responde con una sonrisa. —En la madrugada tu teléfono no dejó de sonar —Susurra solo para ellos. —¿Esta todo bien?

—Ni siquiera lo he revisado —Mete la mano en su bolsillo, pero no siente su teléfono. —Creo que lo dejé en tu habitación. Subiré a buscarlo —Intenta alejarse, pero la doctora lo detiene.

—Ya me voy —Se levanta un poquito para besar sus labios. —Ten buen día y no olvides pasar por mí esta noche para la cena de bienvenida a tu madre.

—Está bien. Ten buen día —Vuelve a besarla antes de verla salir por la puerta. Se gira sobre sus talones y camina al comedor donde toma asiento. —¿Camila, no tienes turno hoy?

—No me sentía bien así que llamé al jefe y le pedí el día libre —Responde esta sin levantar la mirada de su plato. El rubio tatuado con el que compartió la cama la noche anterior se encuentra a su lado y de solo sentir su abrumadora cercanía, los nervios se hacen presentes.

—¿Resaca o....?

—Sí, supongo que es eso...

.

—Bienvenida, doctora Williams —La saluda al jefe al verla ingresar en el área de trauma.

—Buenos días, jefe.

—¡Doctora Williams, trauma seis! —Grita Lorraine mientras cruza a gran velocidad delante de ella. La doctora corre hasta el lugar indicado e ingresa en la habitación viendo a una chica de algunos 19 años recostada en la camilla.

—Buenos días, ¿Qué tenemos? —Le pregunta a Jared.

—Mariana, veinte años recién cumplidos. Ingresó ya que se desmayó en el aeropuerto —Responde rápidamente. —Ah, y recibió sesiones de quimioterapia en un hospital en —España Al escuchar la última parte, la mirada de Amethyst va hacia ella viéndola con dulzura.

—Gracias por no mirarme como todos los que leen mi expediente médico —Habla la paciente. Junto a esta se encuentra una señora de algunos cuarenta, de seguro se trata de su madre o tía.

—¿Disculpa? —Reacciona mientras sus internos comienzan a realizar una revisión física, algo de rutina.

—Cuando las personas se enteran de que sobreviví al cáncer en seguida me miran como si estuviera muriendo, con aquella mirada llena de lástima. Odio que me miren así, odio que me vean como la chica que no pudo asistir a su graduación debido al cáncer...

—¿No fuiste a tu baile de graduación? —Cuestiona con tristeza. Para la mayoría de las chicas, su sueño es asistir al baile de graduación. Ir del brazo del chico que les gusta, vistiendo un hermoso vestido de noche y con peinado extravagante.

Cúrame el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora