Pequeña semilla💉
—¿Amethyst, donde estás, mi amor? —Pregunta el rubio apareciendo por las escaleras.
—¿En la lavandería! —Anuncia en voz alta mientras coloca un poco de ropa en la lavadora.
—¿Qué haces aquí, cariño? —La envuelve en sus brazos chocando su pecho con la pequeña espalda de su diminuta mujer posando su mano derecha en la parte baja de su vientre donde ahora crece la pequeña semilla que allí plantó.
—Estaba lavando nuestra ropa —Echa la cabeza hacia atrás descansando en su pecho. —¿Los chicos ya se fueron?
—Ares y Camila fueron en busca de una casa mientras que Hera decidió que lo mejor era quedarse con mamá.
—Gracias —Cierra aquellos maravillosos ojos azules soltando un suspiro.
—¿Por qué, mi amor?
—Por llegar a mi vida.
—Gracias a ti por darle sentido —La gira despacio chocando su pecho con sus senos. —¿Te he dicho lo loco que me tienen tus pechos? Han crecido y siento la necesidad de tocarlos todo el tiempo —Levanta la camiseta oscura de su propiedad que cubre la desnudez de su mujer. —Tengo la necesidad de querer llevarlos a mi boca y amamantarme hasta saciar mi sed —Lleva su seno a sus labios lamiendo con lentitud la aureola que comienza a inflamarse por los cambios hormonales que ha estado presentando.
—Zeus.... los chicos... podrían llegar... —Jadea sosteniéndose de la lavadora a su espalda.
—Dudo que al escuchar tus gemidos quieran venir por aquí —Toma el otro seno en sus labios lamiendo y chupando por los próximos minutos hasta dejar las rodillas de la castaña temblando. La toma de las caderas y la sube en la lavadora sin importarle el leve movimiento de esta. Abre sus piernas antes de arrodillarse entre ellas y acariciar sus pliegues con total devoción.
—Zeus...
—Tranquila, cielo —Deja un beso en su vientre antes de levantarse. —Ahora tenemos un pequeño intruso —Bromea antes de adueñarse de sus labios en un beso que al principio es lento, suave, hasta inocente transformándose en uno salvaje y posesivo haciéndolo posar sus manos en las caderas de la castaña. La doctora, sin emitir palabra, desamarra el cordón de los pantalones de chándal del hombre entre sus piernas bajándolo un poco hasta tener acceso a su latente erección. —Creí que no querías por temor a que los chicos lleguen —Muestra una sonrisa coqueta entre el beso.
—Ahora no... yo no... solo folláme —Ordena con voz grave acabando con la cordura del rubio.
Horas después...
—Amor —El rubio llama la atención de la castaña mientras ingresan en la habitación que ahora comparten.
—¿Qué sucede? —Responde tomando una camiseta azul del rubio para doblarla y colocarla en el pequeño espacio que le hizo en su armario.
Hace un año no creía que podría enamorarse de esa forma, que no podría amar tras haber roto con Michael, pero Zeus la hizo darse cuenta de que estaba equivocada. Y poco a poco fue dándole un espacio en su vida, en su cama y ahora en su hogar.
—Debo salir —Informa sentándose en el borde de la cama.
—¿A dónde irás? —Pregunta tomando una camiseta oscura y haciendo lo mismo que la anterior.
—A la empresa Russo —Anuncia dejando a la castaña confundida.
—¿Qué? ¿Qué sucede? —Deja la ropa de lado, se levanta y camina hacia su prometido sentándose en su regazo.
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Cúrame el alma
Ficção AdolescenteUna noche, una fiesta, una botella de vodka, un accidente y un desconocido. Aquella noche sería la noche más feliz de su vida para Amethyst, su cumpleaños número 32, pero aquellos planes terminaron cuando vio a su prima cogiendo con su pareja. ¿Qué...