Parte 28

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Yoo Ri permanecía en silencio mientras Ha Ni descargaba en ella todo lo que su amiga mencionaba. Sabía que la caída de Baek Seung Jo sería pronto sólo que no se imaginó qué tan pronto. Firme creyente del karma ahora se daba cuenta de que cuando éste decidía aparecer no se andaba con medias tintas. Desde el cruel rechazo hacia su amiga en el fondo ella sabía que tarde o temprano el karma haría su aparición de una manera u otra. Pero tampoco era que estuviera haciendo bien a Ha Ni especialmente ahora que las cosas estaban tan bien en su vida amorosa.
Dejó que sacara todo, después de todo era buena escuchando y mientras lo hacía embellecía el cabello de Ha Ni que quedó algo sucio después de todo un día de ayudar al padre en la cocina del restaurante. Le hizo un shampoo y estaba rizando un poco la melena para darle brillo y forma.

–Ahora me siento confundida cuando no debería estarlo, debería estar segura de lo que siento y dejar de lado cualquier lazo que me ate a Seung Jo–
–Eso no es tan fácil. Después de todo lo quisiste durante mucho tiempo.– razonó sinceramente Yoo Ri mientras pasaba la rizadora. Se encontraban en casa de los  Baek, Ha Ni no tuvo tiempo de hablar con la señora Baek tampoco la mujer se hallaba bastante deprimida y decidieron entre ella y su marido que lo mejor era que viera a un psiquiatra, quizá era por eso que su padre la mantuvo distraída durante varios días esperando que no pudiera incordiar a la señora y la verdad la misma joven dudaba mucho que fuera de ayuda en una situación así. Por eso se contuvo y supo que era lo mejor, cuidaba de Eun Jo cuando la señora iba a sus terapias y daba de cenar al señor Baek cuando era necesario, aunque fuera su padre quien enviara la cena ante la evidente inhabilidad de Ha Ni para la cocina. En realidad ella no podía descargar ese tipo de inquietudes con nadie más y menos con la señora Baek, no podía poner a nadie más que a ella misma en esa cruel encrucijada que lentamente se estaba volviendo en contra de ella. Por eso acudió a Yoo Ri. Min Ah estaba demasiado ocupada con los estudios para entrar a la escuela de dibujo y era cierto que si deseaba pasar el examen universitario para ser una trabajadora social Ha Ni debería ponerse a estudiar también. Dudaba mucho sin embargo poderse concentrar seriamente en algo así si no ponía su cabeza en orden.

–Yo amo a Ji Hoo– dijo en voz alta y firme sabiendo en el fondo de su corazón que así lo sentía, y que no tenía nada que ver con que se pareciera a Seung Jo.

Eran personas totalmente diferentes aunque parecidas en el físico. Pero también era cierto que amaba a Seung Jo y estaba haciendo un esfuerzo titánico para olvidarlo lográndolo solo a medias ¿Qué podía esperar una persona con tal disociación en las emociones y los sentimientos? Seguramente terminaría en un sanatorio si seguía ocurriéndosele la terrible posibilidad de que amaba a los gemelos con todas las fuerzas de su alma y que su corazón estaba partido en igualdad una mitad para uno y otra para otro.

Y lo más descabellado era que su locuaz mente comenzaba a hacerse escenarios donde los tres estaban juntos en el mismo plano aceptando la extraña situación.
Pero era evidente que nada así pasaría principalmente porque la sociedad en la que vivían jamás lo admitiría y estaba segura que ninguno de los dos tampoco. Ni Ji Hoo ni Seung Jo podían estar dispuestos a aceptar tal cosa lo cual la llevaba solo a ella.

–Debería... alejarme de los dos y encontrar alguien que no sea ni remotamente parecido a nada de lo que ahora hay en mi presente–

–Podrías intentarlo pero dudo mucho que estés dispuesta o siquiera lo suficientemente saludable como para soportar una separación de esa magnitud – Yoo Ri la miraba con compasión desde el espejo de su tocador y ambas entendieron lo que quería decir. En ese momento de su vida no podría soportar estar separada de uno o el otro. Era una egoísta sin escrúpulos y nuevamente su autoestima parecía estar descendiendo a pasos agigantados. Había entregado su cuerpo a Ji Hoo con amor pero también amando a otro y eso la hacía sentirse... inmoral. No sucia, jamás, no con Ji Hoo, simplemente era como si estuviera traicionándose a sí misma.

JUEGO DE GEMELOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora