JUEGO DE GEMELOS

Parte 40

HaNi estaba poniendo toda sus notas en el computador para cerrar el caso que presentaría esa semana en la exposición individual.

Con la autorización de SunAh y, cambiando nombres, utilizó el caso de la joven y cómo esa situación podría relacionarse con el Trabajo Social. Fueron muchas horas de estudio, pero finalmente terminó y una vez cerrada la laptop estiró los brazos para acomodar su columna la cual, de tanto tiempo de tenerla inclinada por las notas y los demás factores, empezó a crujir preocupantemente.

Seguramente la disertación que se avecinaba sería interesante y estaba más que dispuesta a que su trabajo fuera el mejor.

Decidió que iría por algo de comer y quizá después de ello le llevaría algo a JiHoo que se encontraba de guardia practicante durante la noche.

Aunque era entrada nocturna desde hacía una semana ostentaba el carnet de conducir y JiHoo dispuso para ella un auto personal a pesar de las protestas de HaNi, ya que no deseaba parecer aprovechada, pero su prometido la convenció con el precioso argumento de que pronto lo de él sería de ella y viceversa. Aún así, HaNi se mantuvo en sus trece al decirle que ella, con lo que ganaba de su trabajo de medio tiempo, pagaría el combustible y no aceptó ninguna protesta de JiHoo.

Después de acompasar sus actividades académicas con el curso de manejo y el curso corto de culinaria que decidió tomar, ahora era una cocinera medianamente decente y JiHoo se ofreció a ser el conejillo de Indias en todos sus proyectos. Ya que no quería asesinarlo con sus guisos, se esforzó el triple que siempre y completó el curso culinario con notas sobresalientes. Quizá no fuera una chef, pero en el remoto caso de tener que vivir solo de sus guisos era claro que de hambre no moriría.

Sonriendo por sus logros preparó en la cocina una merienda que no caería pesada al consumirla en la madrugada y, una vez ella misma comió, lo empacó todo para dirigirse al auto. Aún le provocaba un poco de ansiedad manejar en el tráfico matutino, pero por la hora dudaba que fuera a presentarse algún problema.

De igual manera y, aún sin embotellamientos, decidió conducir despacio llegando a la clínica a salvo y caminando con su preciada comida hacia la sala de urgencias donde la recepcionista, que la conocía bien, le indicó que el estudiante Yoon saldría al descanso pronto.

Como él no podía usar seguido el móvil pidió a la enfermera que le avisara que lo esperaría en la cafetería y ella misma se dirigió hacia ese lugar.

Estaba vacía a excepción de dos enfermeras que estaban tomando un café de máquina y charlando animadamente. La saludaron y siguieron en lo suyo mientras HaNi se aseguraba la chaqueta para que ninguna brizna de frío tuviera oportunidad de entrar a su cuerpo y producir resfriado.

Varios minutos después escuchó unos pasos tras ella y se volvió pensando que era JiHoo, pero le sorprendió gratamente ver que se trataba de SunAh.

La chica ya no estaba viviendo en casa de JiHoo, ya que, después de ser dada completamente de alta, la joven prefirió volver a su departamento de estudiante cuando todo su traumático ciclo se cerró del todo, y ya que el médico dio el visto bueno la joven volvió a su vida habitual, por lo que HaNi sabía.

Por esto no era normal encontrarse con ella en ese lugar y menos a esa hora.

Todo eran preguntas hasta que HaNi vio un paquete bastante similar al que ella traía y entendió todo rápidamente, sonriendo. Si no estaba equivocada SeungJo debía encontrarse de turno también y, si sus cálculos eran correctos, el hecho de que SunAh estuviera ahí con comida quería decir que eran cercanos y que lo que la chica trajo era para SeungJo.