Parte 6

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Ha Ni llegó casi entrada la noche a la casa de los Baek, su padre, como era usual, se quedaría en el piso de arriba de la tienda ya que esos días eran los días mas productivos para los fideos y le convenía levantarse mas temprano que si se quedara en casa de los Baek.

El señor Baek no había tenido problema, le dijo que solucionara de la manera en que quisiera y la señora Baek, buscando oportunidades para pasar tiempo de chicas con Ha Ni tampoco le vio ningún problema.

Los hijos Baek tampoco tenían velas en ese entierro y por consiguiente Ha Ni los seguía evitando. 

Aunque el niño no tenia la culpa la chica estaba cansada de que le dijera que era una tonta todo el tiempo. Si, ella sabia que era tonta, pero no tenia porque estarlo escuchando cada vez que se cruzaba con el niño en el pasillo, asi que tal como evitaba al genio grande evitaba al genio chico.

Sus oportunidades de esquivarlos en el desayuno se perdieron esa mañana ya que al haber terminado la incapacidad ya no podia pedirle a la señora Baek que le siguiera subiendo el desayuno, su padre pagaba por que les arrendaran para que Ha Ni viviera pero eso no queria decir que la madre de Seung Jo tuviera que convertirse en la sirvienta de Ha Ni.

Terminó de alistar los libros y cuadernos de la escuela y bajó lentamente hacia el comedor convencida de que iba para alguna especie de tortura medieval.

Esperaba que ese tiempo en el que se esforzó por evitar el contacto con Seung Jo le sirviera de algo para mantener su resolución de intentar dejar de quererlo.

Mantuvo su semblante serio, algo que Geum Hee notó mas prefirió no comentar, ya tendría tiempo de preguntarle en la tarde cuando volviera de la escuela, tanta seriedad no era propia de la chica y se preocupó como siempre, como si se tratara de su propia sangre.

Seung Jo observó a Ha Ni desde el borde de su taza, pensando en que estaba enferma o algo por el estilo. Había notado el distanciamiento de ella por semanas, como si de repente el fuera portador de algún tipo de virus del que ella no quisiera contagiarse, y esas dos semanas fueron chocantes porque hasta en la escuela lo evitaba.

Hasta el mismo Cha Eun So comentó que ya no veía a la loca de Oh Ha Ni de la clase F en el patio mirando hacia el balcón como si el fuera Romeo y ella Julieta en un ambiente invertido.

Muchas veces quiso acercarse y preguntarle qué diablos le pasaba pero eso sería como alterar las cenizas. Por primera vez en mucho tiempo tenia aquella tranquilidad que perdió el día que supo de la existencia de ella y eso era bueno... era bueno ¿verdad?

Sin tiempo para seguirse preguntando terminó por desayunar y salió sin despedirse de nadie. Tal como los días anteriores ella no lo siguió, al menos no de cerca, cuando tenia oportunidad de volverse ella se hallaba muchos pasos por detrás de él asi que ya se sabia el camino y no tuvo que advertirle dos veces que llegaran separados para que la gente de la escuela no sospechara que vivian juntos, ya que ella parecia esta cumpliendo ese requerimiento al pie de la letra.

Finalmente llegaron a la escuela y cada uno fue a su respectivo salón. Ha Ni dedico una mirada escondida a la espalda del chico pensando en que cada vez era más fácil evitarlo especialmente porque sabía que de no hacerlo recibiría palabras hirientes y ya tuvo suficiente de él en esa tesitura.

Las clases empezaron y Ha Ni sintió una emoción que no percibía desde hace tiempo, pero no era emoción por las clases, como la chica juiciosa que no era, sino por el encuentro con el doctor Yoon (que había pedido antes de despedirse de ella el día antes que no le llamara doctor, Ji Hoo era suficiente).

Se moría de ganas de contarles a sus amigas el destino que seguiría en la tarde pero por primera vez decidió guardar esa información, ellas conocían su obsesión por Seung Jo y contarles que saldría por un café con un chico que se parecía a él no sentiría un buen precedente. Ni ella misma estaba segura de estar haciendo lo correcto pero ya era tarde para arrepentirse así que pasaron sus horas entre las clases de cálculo, historia y química, entre otras, hasta que finalmente llegó la hora de salir.

JUEGO DE GEMELOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora