Parte 10

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Ha Ni se aferraba a la cintura del joven Ji Hoo mientras este enfilaba por la carretera principal de la ciudad. Seguramente irían a algún restaurante y la chica no podía sino admirar su entorno mientras el sol de mediodía calentaba sus ropas y el piloto manejaba la moto con experiencia.

 Con el viento intentando colarse por su cuello Ha Ni se sentía realmente contenta y se daba cuenta de que ese sentimiento no tenia nada que ver con que Yoon Ji Hoo fuera parecido a Seung Jo ni con la transferencia de sentimientos. Estaba feliz de estar con Yoon Ji Hoo y lo demás quedaba en segundo plano, en un plano donde no cabía el dolor que el nombre de Seung Jo provocaba en ella.

Llegaron a una de las zonas de restaurantes mas exclusiva de la ciudad y estacionaron en el amplio parqueadero. Ji Hoo la ayudó a bajar de la moto admirando en secreto la manera en que el color rojo contrastaba con la piel blanca. Dejaron los cascos donde correspondía y entraron a uno de los restaurantes.

A Ha Ni le sorprendió lo caro de cada plato y se cohibió un poco pero Ji Hoo no dejó que eso durara mucho ya que, por supuesto, le dijo que él pagaría en esa ocasión. 

Los platos del menú parecían ser bastante deliciosos y ya un poco mas tranquila pidió un plato sencillo ante la aprobadora mirada de Ji Hoo.

Charlaron de cosas improcedentes porque el chico tenia planeado el tipo de conversación mas seria a medida que el día transcurría y por primera vez sintió que Ha Ni era mas abierta y estaba a gusto en su presencia. Quiza algún día pudiera preguntarle el motivo de su reticencia a conocerse mejor, aunque dudaba que ese motivo le gustara. Independientemente de ello el sentimiento cálido que experimentaba al estar cerca de ella parecía hacerse mas fuerte a cada momento y supo con certeza que ella le empezaba a gustar demasiado.

Si hacía un recuento de su vida amorosa no era que fuera muy afortunado en ese campo. Los dos grandes amores, por llamarlo así, hasta ese momento de su vida, no habían marchado muy bien y la resignación había sido parte de ellos. Pero ahora sentía que las cosas podían mejorar con la tierna chiquilla que parloteaba sin parar al frente de él. 

Suponía que debía ser directo y contarle la verdad de sus atenciones y quizá ella lo viera a él como algo mas que un amigo. Pero de las situaciones mas inesperadas brotaban los mas grandes amores, había sido testigo de ello con dos de sus amigos. Quizá en ese momento él también fuera la excepción a la regla.

Almorzaron sin novedad y él le propuso ir a ver una película, a lo cual ella también aceptó. Ha Ni se sentía inusualmente atendida y esto le produjo un cosquilleo de agrado y quizá algo de pena. Pero pasar el tiempo con él parecía algo demasiado agradable y no quería renunciar a esto, al menos de momento.

La película escogida fue una de misterio para lo que los dos estuvieron de acuerdo y ese tiempo también se pasó volando. Finalmente decidieron terminar la tarde en un café donde Ha Ni quiso tomar un té helado cremoso y Ji Hoo uno negro. Cuando se encontraban esperando él le preguntó qué tal le había parecido la tarde y ella se deshizo en elogios y risas porque sinceramente fue uno de los mejores días de su vida y así se lo hizo saber.

-¿Fue lo suficientemente bueno como para repetirlo muchas veces? - Ha Ni esperaba ver una sonrisa en la boca del joven cuando lo miró esperando que fuera una de esas frases salidas de tono que él solía decirle. Pero su expresión seria la disuadió de que fuera una broma.

- ¿Muchas veces? - dijo sin comprender del todo, aunque sintiendo una abierta anticipación que se traducía en una quemante incomodidad en su pecho.

-Como cuando dos personas salen a hacer cosas juntas - dijo él riendo para si mismo ante la inocencia de la chica. Aunque quizá él mismo podía ser un poco mas directo.

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