Parte 18

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El investigador esperaba estacionado en la calle mientras miraba las instalaciones es de esa casa, la casa se los Gu. El chico a quien le mandaron a investigar se hallaba ahí, lo había seguido cuando conducía la moto pero no pudo obtener una buena fotografía y ahora se hallaba esperando que pudiera hacerlo cuando saliera. Su patrón era una buena persona, aún le costó creer que le ordenara hacer eso pero el estaba para obedecer y pues caso haría. 

Había recopilado fotos del propio hijo del señor y le había pedido que averiguara de que familia provenía el dueño de la pequeña clínica de la ciudad donde estaban. Donde habían operado a su hijo. Se sabía que el dueño era un joven acaudalado y huérfano que se graduaría pronto para iniciar los estudios en medicina. Los medios que era lo primero que investigó sólo mencionan las muertes de sus padres a sus cuatro años y como fue criado por tíos lejanos quienes lo educaron correctamente preparándolo para ser el heredero de la fortuna de la familia Yoon. En ninguna parte se mencionaba que alguna vez hubiese tenido hermanos, que era una de las solicitudes que había recibido de averiguar. Pero aún no terminaba esa investigación y debía conocer información también de los señores Yoo y su comportamiento antes del accidente que les costó la vida. 

A todas luces se podía oler que había algo extraño en la historia de esos dos muchachos y para eso era que el estaba ahí. 

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Ha Ni se miró al espejo pensando en si estaba dispuesta a hacer eso. Fue divertido mientras lo hizo con Jan Di pero ahora sola en su habitación no estaba segura de lograr un resultado similar a pesar de haber prestado atención a las clases. Suspirando intentó sacar provecho de lo que tenía, como había insistido su instructora, tenía una piel limpia y suave que sería la envidia de muchas chicas, labios gruesos y un buen porte. 

Empezó aplicándose los polvos que a su parecer quedaron correctamente distribuidos en su rostro de porcelana. Luego siguieron las sombras con las que creó un encantador contraste de color rojo. Luego siguieron los labios a los cuales pintó de un rosa casi que oscuro. Aunque no lo notara ella misma se veía sofisticada y pensó que no lo hizo tan mal. Lo único negativo que veía en todo ello era convertirse en esclava de dicho ritual todos los días, pero como decía la dependienta, una mujer debe verse y sentirse bella todos los días. Así que ensayaba quizá un día si y uno no. Sonriendo un poco se volvió hacia la toallita desmaquilladora cuando alguien tocó la puerta. 

Era la madre de Seung Jo que quería pasarle una llamada de Min Ah ya que no contestaba el celular. Lo miró en su mesa de noche dándose cuenta de que no puso a cargarlo y debía estar muerto. Abrió la puerta y Geum Hee se mostró sorprendida y alegre de la encantadora presencia arreglada de Ha Ni.

-Te ves hermosa–dijo pasándole el inalambrico y admirando el trabajo de Ha Ni con el maquillaje. Ha Ni sonrío un poco asintiendo y tomó el teléfono. 

-Lo siento Min Ah, mi móvil no tiene batería  - 

Lo que Min Ah queria era reunirse con ella, con Yoo Ri, Joon Gu y Christine para una tarde de amigos. Ha Ni no lo deseaba pero luego se puso a pensar en todo el bien que le hizo la salida con Jan Di a distraerse de sus propios pensamientos y dijo que si sin realmente darse cuenta. La señora Baek, sabiendo de antemano que Ha Ni no estaba nada bien le dijo que era una buena opción para pasar la tarde y finalmente accedió a encontrarse con ellos en el punto de encuentro favorito de todos: el restaurante So Pal Bok. 

Miró entre las muchas opciones de la salida con Jan Di escogiendo unos jeans de color azul oscuro y una camisa blanca con los tenis. Si era una salida de amigos seguramente sería movido. Sin quitar su obra de arte de maquillaje se vistió y cuando se volvió a mirar al espejo se dio cuenta de que se veía realmente bien, por primera vez en mucho tiempo estaba a gusto con lo que el espejo reflejaba. 

JUEGO DE GEMELOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora