Parte 8

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-Pero ¿Viste qué pedazo de motocicleta? - decia Joo Ri aún anonadada pero fiel a la promesa que hizo a Ha Ni de esperar a que le contara antes de empezar a especular. Miraba a Min Ah con una incredulidad que rayaba lo milagroso.

-Si, no puedo esperar a saber de qué se trata, alguien con un vehículo así debe tener mucho dinero. ¿De donde lo conocerá Ha Ni -

-Pero... ¿crees que se haya olvidado de Baek Seung Jo?, si hasta hace unos días no podía conciliar las palabras "olvídate de él"-

-Supongo que será la misma Ha Ni quien lo aclare pero... ¡me muero de curiosidad -ambas amigas se desternillaron en risas sin ser conscientes de que quien venía detrás de ellas había escuchado todo.

Seung Jo se alejó de las parlanchinas amigas de Oh Ha Ni sintiéndose incómodo a medida que recordaba cada palabra que escuchó.

Él, toda una eminencia en la escuela no debería estar sintiendo curiosidad por todo lo que esas dos cabezas huecas habían dicho respecto a Oh Ha Ni y el chico misterioso. Pero lo hacía, le quemaba como algo completamente ajeno a sus sentimientos nacientes. No podía asociar lo que sentía a algo especial con Oh Ha Ni, después de todo era poco probable que aquello se repitiera.

Pero mientras caminaba hacia su casa y se preparaba psicológicamente para encontrarse a su madre y que empezara las preguntas incómodas sobre el paradero de Ha Ni supo que algo no andaba bien.

Su mente que ahora parecía trabajar al revés, de repente llegó con claridad a la conclusión de que debía decirle a su madre las andadas en las que estaba Oh Ha Ni para que dejara de incordiarlo con el hecho de estarla vigilando, y consiguiera quizá que la castigara para que no andara por ahí de casquisuelta.

Con eso en mente caminó hacia la casa pensando en la regañina que la intrusa de su casa recibiría de su madre y que por fin podría estar en paz por no estarse preguntando si tendría que saber lo que esa loca hacia.

Cuando llegó a la casa su madre no estaba así que tuvo que posponer su cometido y seguir dedicando tiempo a lo inútil que parecía ser su cabeza ahora, pensando en la tal Oh Ha Ni que, definitivamente, llegó a su vida solo para trastocarla.

Al tener memoria privilegiada solamente podía recordar una y otra vez el regocijo de la cara de ella al subir a la motocicleta del desconocido. ¿Sería su novio? ¿o solo su amigo? ¿ Y a él por qué le interesaba?. Después de todo con su ingenio y presencia podía tener a la chica que quisiera, que eso no hubiera pasado todavía no quería decir que no pudiera hacerlo.

Pensándolo bien era hora que consiguiera una compañera y dejara de imaginar cosas inexistentes con la tal Ha Ni.

Aun así, cuando escuchó la puerta de la calle sonar y a su madre entrar se levantó dispuesto a contarle todo y que dejara de atosigarlo con la vigilancia a Oh Ha Ni.

-¿Sabías que Oh Ha Ni tiene un novio?-

Para orgullo de Geum Hee la información no pareció tomarla por sorpresa, al menos no superficialmente, ya que sabia, como mujer qué era que la curiosidad no iba a dejarla en paz hasta que Ha Ni le contara lo que estaba pasando.

-¿Ah si?. Me parece bien, después de todo no era sano para ella estar todo el tiempo detrás de ti - Seung Jo tuvo el tino de atragantarse cuando la escuchó decir esto, ya que hasta días antes se había encargado de atosigarlo con perseguir y saber el paradero de la chica., y que la contemplara como una posible pareja por que era una buena muchacha con muchas virtudes y cualidades. Cuando así se lo hizo saber la respuesta de la señora le chocó aún mas - Es cierto, pero creo que finalmente debo detenerme. Después de todo no has mostrado ningún interés en Oh Ha Ni y supongo que no puede quedarse toda la vida esperándote, y lo mas importante, no puedo seguirte pidiendo que la vigiles cuando es mas que evidente que su presencia no te agrada. Lamento haberte impuesto esta carga, pero ella creo que ha tomado la decisión de olvidarte y es lo mejor para todos, así al menos podrán vivir bajo el mismo techo sin ser incómodo. Ella será mi invitada especial, no mi futura nuera, y tu podrás ser libre de hacer lo que quieras, como siempre ha sido - la frase sonó algo carrasposa pero Seung Jo no le prestó atencion, estaba mas bien intentando asimilar lo que oía.

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