La puerta de la habitación fue abierta despertándome de inmediato, por ella entró Pamela con una bandeja repleta de comida.
—El señor Ashton me dijo que usted no había comido nada más después del desayuno, por eso le traje la cena —dijo dejándola en la mesita de noche —señorita, usted va a pasarse la noche en vela, son las siete de la noche.
Me levanté de la cama quedando sentada y la observé atenta.
—No tienes que decirme señorita, soy una empleada más —ella sonrió suavemente.
—Yo veo como la miran, señorita y aunque no entiendo qué tipo de relación es la que llevan todos tenemos claro que no es solo un empleada.
Dicho esto, se dio la vuelta y salió de la habitación dejando la puerta cerrada detrás de ella.
Sin querer prestarle atención a sus palabras me comí todo lo que me había llevado para luego dirigirme a la ducha y darme un relajante baño. Luego me coloqué mi piyama de short y remera gris y tomé la bandeja con los platos vacíos para encaminarme a la cocina.
Bajé las escaleras despacio y al cruzar el umbral quise darme la vuelta al notar la cabellera castaña lavando platos.
Con un suspiro suave me acerqué hasta él y dejé los platos sobre la isla, estuve a punto de irme, pero su voz me detuvo.
—Hice galletas, por si quieres —susurró.
Observé el frasco de cristal repleto de galletas y sin pensarlo lo abrí para tomar una galleta de chispas de chocolate. Al morderla la sentí crujiente y con el centro lleno de chocolate derretido.
—Están muy buenas —admití en cuanto me la comí completa.
Me acerqué al refrigerador en tanto él terminaba de fregar los platos que yo había dejado. Al ver que él había terminado tomé el vaso y lo lavé para ponerlo donde iba.
—Lo siento —soltó mientras secaba sus manos – suelo entrometerme en lo que no me importa y querer saber el por qué las personas actúan de una forma determinada. Me disculpo por hacerte sentir incómoda.
Al notar que sus palabras salieron de lo más sinceras le sonreí levemente.
—Está bien —dije suavemente.
Me recosté de la isla junto a él intentando romper el hielo que se había formado ente nosotros en tan solo un par de horas.
Cameron y yo teníamos muy poca confianza y esa era la razón uno de no decirle que prácticamente ya lo estaba intentando, aunque no lo supiera.
—Suéltalo —dije al ver como quería decir algo, pero no lo hacía.
—¿Dormirías conmigo? —cuestionó —solo dormir, así como esa vez que dormiste con Ashton.
Lo pensé unos segundos, pero al final terminé asintiendo.
—¿Qué haces? —cuestioné cuando me tomó en brazos.
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T H O R N S
RomanceMe resistí a enamorarme de ellos, pues estaba rota y aferrarme a alguien nuevamente no estaba dentro de mis planes. Pero fallé, fue imposible no hacerlo tras aparecer como raíces que me mantuvieron en pie cuando solo quería caer. Dos hombres dispue...