Capítulo 7

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Habían sido los tres días más incomodos de mi existencia

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Habían sido los tres días más incomodos de mi existencia. Ashton a penas me dirigía la palabras y Cameron solo me hablaba lo estrictamente necesario. Entendía que la situación había sido incómoda, insensata y hasta estúpida en cierto punto.

Pero prefería pasar por eso a que ambos se dieran cuanta por ellos mismos y me tacharan de algo que no era. Después de ese día no volví a almorzar con ninguno, aunque la mayoría del personal se había sorprendido al verme almorzando sola en aquel enorme lugar.

Las miradas de desaprobación gracias a mi vestimenta seguían como cada día, pero ya no le prestaba la más mínima atención.

Era sábado en la tarde y hoy tenía que ir a una de las actividades que realizaba la empresa a cantar. Esta vez iría a una actividad que recaudaría fondos para personas que necesitaban de rehabilitación por causa de accidentes o traumas graves.

El vestido estaba delante de mí puerta esta mañana cuando me levanté y era muy diferente al del otro día. Este era de una tela roja brillante en la parte de arriba y abajo bajaba con una falda de tul que caía suavemente con una abertura en la pierna izquierda. Lo desconcertante del vestido era su escote profundo en V en la parte delantera, posiblemente se verían la mitad de mis senos y parte de mi vientre por lo profundo que era.

Dejando el vestido sobre la cama salí de la habitación hacia la cocina en busca de algo para comer, aprovecharía que era temprano para evitar tener que cenar. No me gustaba hacerlo cuando debía cantar, pues sentía que no respiraba de la forma correcta.

Al llegar al pie de las escaleras me detuve gracias a los gritos de una mujer. Yendo en contra de todos mis ideales me senté en el primer escalón a escuchar a las personas que posiblemente estaban en la sala.

—Esto no debe seguir así —la voz de la mujer era desconocida para mí.

—Esto es culpa de él, le dije que se alejara —la voz de Ashton no sonaba calmada como solía escucharla.

—Lo lamento, pero simplemente no pude —Cameron sonaba más tranquilo, pero de igual forma gritaba lo suficiente.

—Si podías, pero no quisiste —dijo molesto.

—Que dejen de echarse culpas, mejor busquen la forma de resolver esto de la mejor forma, no podemos seguir así, siempre han sido inseparables, amigos, hermanos, ahora parecen dos enemigos a punto de matarse —la mujer sollozó —por Dios, arreglen esto, sé que será complicado, pero resuélvanlo.

Luego de sus palabras no se volvió a escuchar nada más y yo me levanté de mi lugar para correr a mi habitación. Eso me había confirmado que las cosas entre ellos no iban bien, pero la conversación no me dejó saber por qué razón.

Quise pegarme por haber caído tan bajo una vez más.

Comencé a arreglarme para estar lista a tiempo y poder hacer mis cosas despacio. Me duché y de paso lavé mi cabello y depilé todo mi cuerpo.

T H O R N SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora