Me resistí a enamorarme de ellos, pues estaba rota y aferrarme a alguien nuevamente no estaba dentro de mis planes. Pero fallé, fue imposible no hacerlo tras aparecer como raíces que me mantuvieron en pie cuando solo quería caer.
Dos hombres dispue...
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Mis ojos se abrieron con algo de pesadez y un bostezo salió de mis labios al estirarme en la cama. Había despertado sola y en la habitación no había rastro de ninguno de ellos dos.
Mis pies tocaron el suelo y la puerta frente a mí se abrió dejándome ver a Cameron con bolsas en sus manos y a Ashton empujando un carrito de comida.
—Lo dejaron afuera, al parecer no escuchaste —yo restregué mis ojos no queriendo responder y me volví a lanzar a la cama con mis brazos abiertos.
—Son las diez, debemos estar en casa de tu familia antes de las doce —Cameron dejó las bolsas junto a la cama y se sentó junto a mi observándome desde arriba.
Mi mirada estaba en el techo y mi respiración era totalmente pausada.
—Aun no se da cuenta de que esta desnuda ¿verdad? —cuestionó Ashton.
Yo miré hacia abajo encontrándome con mis pechos al aire. El sonrojo hizo su aparición y tomé las sábanas para intentar cubrirme, pero Cameron lo evitó.
—Esas vistas a estas horas son lo mejor que me puedes dar —Ashton se arrodilló frente a mi y sostuvo mis piernas que se encontraban colgado.
—¿Qué piensas...? —la pregunta no terminó de ser formulada ya que su lengua caliente hizo contacto con mi feminidad.
Sus manos sostuvieron mis muslos para levantarlos dejándome totalmente expuesta.
Una de mis manos fue hasta mi boca para callar los gemidos escandalosos que salían de esta.
Cameron llevó su boca hasta uno de mis pezones y procedió a morderlos y chuparlos haciendo que las sensaciones fuesen más intensas. Simplemente no podía con los movimientos de la lengua de Ashton y cuando procedió a meter uno de sus dedos en mi interior mis ojos se blanquearon ante lo que estaba provocando.
—Joder —susurré.
Y luego de un par de minutos mi cuerpo se arqueó por culpa del orgasmo que me habían provocado. Cameron dejó un beso sobre mi frente mientras que yo aun estaba recibiendo los espasmos del orgasmo.
—Buenos días, hermosa —y solo pude pensar en que quería unos buenos días así todos los días de mi maldita vida.
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El día de ayer había sido intenso por mucho, había conocido cosas de mi vida que nunca creí posibles, pero aquí estaba, frente a la puerta de la casa de los que eran mis abuelos, porque lo había confirmado.
En el día de ayer una mujer había ido a tomar las pruebas necesarias y aparentemente había trabajo horas extras por petición de Ashton, pues en la mañana leí los resultados de aquel papel confirmando que Elder era mi padre.
Armándome de valor toqué la puerta un par de veces y esta fue abierta casi de inmediato por Alina, la gemela de mi madre.
—Hola, cariño, te estábamos esperando —admitió dejándome pasar.
