Capítulo 27

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Luego de secar mis lágrimas y convencerme de que era la mejor decisión llamé un taxi después de recorrer una distancia prudente y le pedí que me llevara a la dirección que se me había sido enviada a mi teléfono celular

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Luego de secar mis lágrimas y convencerme de que era la mejor decisión llamé un taxi después de recorrer una distancia prudente y le pedí que me llevara a la dirección que se me había sido enviada a mi teléfono celular.

No tenía idea de cómo él había conseguido mi número, pero estaba viendo sus alcances, por lo que estaba en el punto donde ya no me sorprendía.

Cuando el taxi estacionó le pasé los únicos dólares que conservaba en el protector de mi teléfono y luego me encaminé hacia la enorme casa con portón que se ubicaba en medio de un residencial lujoso. Ni siquiera tuve que llamar ya que la puerta se abrió automáticamente en cuanto me detuve frente a ella revelándome una enorme casa de arquitectura muy moderna.

Miré hacia todos lados al entrar y la puerta volvió a cerrarse detrás de mi mientras reiniciaba mis pasos.

Guardias en cada esquina que me observaban curiosos mientras avanzaba por el camino de piedra que me llevaba directamente a una puerta doble de madera oscura. Esta se abrió a penas me posicioné junto a ella y una mujer con uniforme de sirvienta me dio un asentimiento antes de señalarme un pasillo que llevaba a otra habitación.

Observando el lujoso lugar de aspecto moderno caminé por el suelo de madera hasta llegar a la sala que era el lugar que la mujer me había señalado y ahí sentado en un sofá con sus piernas cruzadas y un vaso de lo que parecía ser whiskey en una mano se encontraba la persona que estaba destruyendo todos mis cimientos.

—Un placer volverte a ver —con la gracia de un felino se levantó de su lugar y caminó en mi dirección dejándome estancada donde estaba.

Sus ojos me miraron con un brillo indescriptible que me dejó algo anonadada.

—Igual de hermosa que la última vez — comentó maravillado.

Su mano libre subió hasta mi mejilla la cual acarició con suavidad y yo miré al piso rehuyendo de su mirada, pero él me tomó de la barbilla y levantó mi rostro para que lo observara directo a sus ojos.

—Tenerte tan cerca hace que piense en tantas cosas —su rostro se acercó al mío peligrosamente y yo miré hacia un lado para evitar que sus labios impactaran con los míos —en algún momento vas a ceder —dijo tranquilo.

— ¿Por qué yo? De tantas persona a su alrededor me elegiste a mi para jugar en este sucio juego —volví a mirar hacia él para encontrármelo sonriendo — ¿por qué?

—Porque tú eres su pilar, los he analizado lo suficiente como para saber que tú eres su punto débil sabes que los has destrozado ¿no? —yo intenté apartar mi mirada de la suya.

—Lo sé.

Pero era eso o ver a uno de ellos en la cárcel y no estaba dispuesta a que mancharan su imagen si podía evitarlo.

— ¿Por qué haces esto? —pregunté zafándome de su agarre.

— ¿Por qué? —se cuestionó a sí mismo.

T H O R N SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora