Stay [Chaesoo] Finalizada

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Narra Rosé

Luego de escribir por el grupo WhatsApp, ninguna se quiso hacer cargo. Las muy hijas de putas me tiraron la culpa a mi. Aunque en cierto modo si tienen razón porque fui yo la de la idea.

Aún no conocía bien a Jisoo y lo que hice no está bien, quizás este furiosa, más si se entera de que fui yo la de la idea del beso, no se en que estaba pensando, tal vez estoy acostumbrada por la forma de divertirnos que tenemos Lisa y Jennie, pero a Jisoo recién la estaba conociendo o sea hace un día, el encuentro en la librería no cuenta porque solo la vi de pasada.

Espero que mañana no recuerde nada de la marca que le deje, trataré de hacer como si nada paso, igual es algo tímida conmigo, eso va a favor mío. Si tendría su número le escribiría y le pediría disculpas pero no lo tengo, debe estar muy exhausta por lo que le paso y espero este descansando.

Me quede un rato más pensando y otro rato leía. Estaba tirada en un puff que tenía en mi habitación, esperando a que se haga la hora para tomar mi medicina. Luego de eso me iría a dormir, ya mañana es el último día. Por fin llego el viernes.

En la escuela

—Chaeyoung, querida amiga ¿Cómo dormimos ayer? — dijo Lisa contenta — ¿Lista para darle una explicación a Jisoo?

Golpeó a la rubia en el brazo.

—No me molestes, no fue una buena noche — respondió con molestia.

—¡Buenos días Chae! — dijo Jennie acercándose a las chicas — vaya, creo que no son buenos días para algunas.

Habló nuevamente Jennie mientras se reían de Rosé.

Estuvieron un rato en el patio esperando a entrar mientras molestaban a su amiga.

—Pediré disculpas a ella, no crean que soy como ustedes — les respondió arqueando una ceja mientras se cruzaba de brazos.

—Shh, shh, ahí viene ella — Lisa le dió un codazo a Jennie y Jennie le dio una palmada a Rosé.

—Hola Jis... — Rosé le habló a Jisoo dándose vuelta, siendo ignorada por la morena que cruzó furiosa frente a las tres.

—Fuaa, ¿Qué fue eso? jajaja —largo una fuerte carcajada Jennie.

—Pobre de ti Chae. Nunca en mi vida vi a alguien ser tan ignorada de entrada más cuando el día recién comienza— apoyo una mano en el hombro de su amiga mientras daba pequeña palmaditas.

—¡Las odio a las dos! — dijo Rosé y se marchó de donde estaba. De lejos se podía escuchar las risas y aplausos de Lisa y Jennie.

Ser ignorada me dio mucha rabia, ya que iba con la buena intención de decirle que la idea había sido mía y de paso le pediría disculpas.

Igual entendía su enojo porque apenas la conocíamos.

Camine por el pasillo con dirección al aula y la vi peleando con la máquina expendedora. Me acerque para ayudarla y así poder pedirle disculpas. A medida que me iba acercando se escuchaba su enojo.

—Dale maldita porquería — movía la máquina — gaste mis últimos ahorros para que no me des mis papitas.

Estaba detrás de ella, sin que se diera cuenta le di un leve golpecito a la máquina, pudiendo así salir la bolsa de papas y una lata de coca que ella le había seleccionado a la máquina.

—Si le das despacio se destraba — respondió por detrás de ella.

—Gra... Gracias — dijo nerviosa, mientras se daba vuelta despacio para quedar frente a la más alta — ¿Por qué siempre te apareces de la nada?

—Mmm... Hago magia — comentó mientras hacía puchero, los ojos negros de Jisoo viajaron por todo el rostro de la rubia.

—Ohh... Algún día me dará un infarto si te sigues apareciendo así — al decir eso ambas comenzaron a reír.

—Al menos esta vez no me darás duro con la escoba — dijo sarcástica.

—Eso no sucederá de nuevo — respondió con vergüenza.

—Soy Rosé o Chaeyoung o Rosie, como quieras decirme esta bien —extendió su mano para presentarse.

—Soy Jisoo o Jisoo — dijo — un gusto, me puedes decir como quieras.

Narra Jisoo

Había llegado al colegio, me desperté de muy mal humor, iba subiendo por las escaleras y alcance a visibilizar a las chicas hablando y riendo entre ellas.

Al acercarme note que Rosé se giro, supongo que para hablarme pero ni siquiera la mire y seguí mi camino. Solo escuché unas risas pero ni así me quede a escuchar.

Ya estaba camino al curso, justo en el pasillo frene al frente de una máquina donde había unos snacks y latas de coca, nunca la había visto acá, me puse las manos en mi bolsillo para sacar dinero, era lo único que tenia, puse el billete y lo tomo rápido, elegí lo que quería presionando los botones.

Porquería de máquina, se había trabado y no me daba mi pedido, comencé a sacudirla uno, dos, tres veces y nada. ¡Maldita chatarra! Volví a decir, esta vez le di una patada a la cual me hizo ver las estrellas por el dolor que me provoco, era muy duro la condenada. Le di una última sacudida y nada salió.

Ya me estaba dando por vencida, hasta que escucho un leve golpe en la máquina así expulsando mi pedido, no sabia quien era, me fui dando vuelta despacio y me encuentro cara a cara con Rosé, me tenía acorralada. Otra vez la pude ver de cerca, pude ver un pequeño lunar en su labio inferior en la parte derecha que no era muy visible.

Hasta pude sentir su perfume invadir mis narices, era muy rico aquel olor. Sentía mi corazón latir a mil por hora pero no sabía si era por el susto que me pegue o por su cercanía hacia a mí.

Cuando le di la mano para presentarme mi corazón latió a cinco mil por hora.

Luego de esa pequeña charla, le agradecí y le regalé la pequeña bolsa de papas.

—Ten, gracias por ayudarme — dijo mientras le entregaba la bolsa — ojalá te guste.

—Gracias Jisoo — largo una sonrisa. Aunque fue un buen gesto, Rosé no podía consumir ese tipo de alimento.

Ambas nos fuimos a nuestro curso, ninguna de las dos hablamos. Nos mantuvimos en silencio.

Cuando llegamos al lugar no estaban todos. Fui hasta mi asiento dejando mi celular en la mesa, cuando Rosé se acercó a mi.

—¿Me prestas tú celular? — preguntó.

—Claro, ten — lo desbloqueo antes de entregárselo.

—Gracias — Lo tomó con una mano, luego comenzó a lo que parecía marcar algún número — espero tus mensajes.

Devolvió el teléfono y se fue a sentar, cuando enciendo la pantalla para desbloquear el celular para verlo ella había agendado su número "Rosie 💞🍄" automáticamente se me formó una sonrisa en mi rostro y mi corazón volvió a latir como loco.

Unas horas más tarde

Realmente las horas de clases estaban bastante aburridas, estaba comenzando a tener sueño y mi cabeza comenzó a pesar. Puse mi mano para sostener mi pesada cabeza, la mayoría hacían las actividades de historia, cuando iba cerrando mis ojos siento el impacto de un bollito de papel chocar en mi cara, escuchando unas risas por lo bajo y esas risas eran muy conocidas. Se trataba de Lisa.

—¿Qué quieres — preguntó muy bajo.

—No te duermas  — dijo haciendo señas.

—¿Qué pasa ahí?  — preguntó el profesor.

Ninguna respondió, sólo me dieron ganas de matar a Lisa en ese momento.

Cuando iba a lanzar de nuevo el papel ya era hora de irnos, todos comenzaron a salir, yo fui la última como de costumbre. Iba caminando por detrás de Lisa a quién le di una fuerte nalgada sin decir nada y comence a correr.