Stay [Chaesoo] Finalizada

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No sentí nada al desmayarme, solo sentía resonar aquel "Piiii" en mi cabeza, un pitido infinito. Fue como que se me reinicio el Windows. Ni siquiera sé cuánto tiempo estuve en el suelo inconsciente.

—Jisoo ¿Me oyes? — dijo Lisa — qué alguien llame a emergencia.

Miro a unos de sus compañeros, pero la que salió casi corriendo del lugar fue Jennie. Quedando Lisa junto a Rosé y toda la multitud que estaba en círculos cerca de ellas.

—Déjenla respirar, abran paso — habló Rosé mientras hacía seña con la mano.

Todos fueron marcha atrás, algunos murmuraban por debajo. Habían abierto una puerta de salida de emergencia que daba para unos de los patios, el aire frío comenzaba a circular por el lugar.

—Jisoo, Jisoo — Está vez hablo Jennie quién llegó sin aire al lugar junto a la profesora de Inglés.

—Qué alguien me ayude a cargarla — habló la profesora — el que más fuerzas tenga.

Apenas termino de decir aquella frase, Rosé sin pensarlo la cargo en sus brazos, no pesaba tanto la más baja. Se dirigieron hacia la enfermería del colegio las tres mujeres y la docente. Al llegar al lugar todas debieron salir esperar fuera de la pequeña sala.

—No sabía que tenías tanta fuerza — bromeó Lisa — a pesar que sos puro hueso.

—Claro, a la fibra de mis músculos no lo hice lavando los platos — le respondió mientras mostraba su brazo izquierdo.

—Ohhhh, hija de Iron Man — comentó en burla Lisa mientras le tocaba el antebrazo — nunca haz limpiado nada, eres una bebé de mamá. ¿No es verdad? Jennie.

Quién sólo reía; así siguieron peleando. Pasaron unos cuantos minutos de que estaban ahí esperando, saliendo por la puerta la profesora quién señala que podían pasar pero en silencio.

Narra Rosé

Cuándo entré a la sala junto a las chicas, vimos que Jisoo seguía dormida, se veía muy pálida, tal vez estaba haciendo una dieta bastante severa; algo normal para muchas chicas de nuestras edad. Fue lo primero que pensé.

Todos buscamos aceptación del otro, solo para no ser rechazados por nadie. La cual es algo tonto mostrar algo que no somos.

Cuando la cargué en mis brazos no pesaba mucho, sabía en carne propia lo que se sentía estar en alguna sala de emergencia, paso casi siempre en el hospital haciéndome chequeos médicos. Es algo sumamente horrible.

Me daba pena verla así, aún sin conocerla muy bien, vi que Jennie se acostó a su lado despacio mostrando así su preocupación, mientras que Lisa tomaba unas de sus manos; en cambio yo me sente en una silla que había ahí, no me animaba tocarla. Solo la observaba.

Sus labios habían perdido aquel rosa vivo, ahora se perdía con su pálida piel.

—Jisoo, Jisoo, Jisoo. Despierta — Lisa sacudió su brazo —Jisoo, Jisoo.

—Shhh, déjenla en paz. Debe descansar — habló en tono rudo Jennie.

—¿Y si le doy un beso? — preguntó Rosé sin pensarlo, Lisa y Jennie la miraron rápido; jamás imaginaron a que ella dijera eso.

—Yo primera — respondió Lisa, gustosa por la idea y Jennie la miró con las cejas en alto —el que la despierta gana una cena por una semana —volvió a decir, terminando apostando entre ellas.

Primero comenzó Lisa, segundo Jennie y por último Rosé quién se pinto los labios de color rojo fuerte.

—Despierta — susurró Lisa, mientras dejaba un beso en la mejilla izquierda.