Stay [Chaesoo] Finalizada

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Ya todo el colegio sabía que Rosé y Jisoo estaban en una relación, al fin ambas niñas dieron el primer paso para mostrarse al mundo. Muchos las apoyaban otros no, uno de ellos era Eunwoo que estaba celoso y comenzó a odiar a la castaña por haber llevado por mal camino según él a Rosie.

Sus comentarios siempre eran los mismos: "ella no es feliz estando con Jisoo", "Yo sé que en el fondo me ama solo a mí", "Tengo todo lo que ella necesita". Hasta llego a decir que Jisoo amenazaba a Rosé para que este con ella.

Esos comentarios llegaban a los oídos de las señoritas enamoradas pero nunca le dieron una cierta importancia. Jisoo amaba a Rosé y Rosé amaba a Jisoo era algo que nadie podía cambiarlo.

Por otro lado estaban Lisa y Jennie que no se hablaban, otra vez habían vuelto a lo mismo. Ella buscaba la manera de acercarse a la Tailandesa pero esta solo la ignoraba aunque en el fondo la amaba.

Narra Rosé

Estaba a punto de salir de casa, había sido una noche bastante terrible ya que tenía mucha fiebre pero por suerte pude normalizar. Mi padre quería que no vaya al colegio, pero yo no me quería seguir sintiéndome enferma, estar en cama me hacía mal. Quería disfrutar todo lo que me queda antes de que me fuera, solo esperaba que llegue algún donante rápido. Porque no quiero desperdiciar ningún momento con mi Jisoo.

Ella aún no sabe, pero no estoy prepara para que lo sepa. Les pedí igual a las chicas que no le dijeran nada aún ya que es un tema bastante delicado para que lo cuente otra persona. En fin estaba siendo feliz, ya casi mi pensamiento no era tan negativo como hace unos meses atrás.

Ya estábamos a mitad de invierno, con mi novia me encanta esa palabra, nos propusimos salir a cenar cada cambio de estación, era atenta conmigo, más que antes, ya estaba lista para irme al colegio, ella me pasaba a buscar como todas las mañanas.

Había una bufanda que me gustaba de ella y se la quite, mientras ella usaba una mía. Me encantaba sentir su perfume, a veces usaba perfume de hombre y a veces de mujer, al igual que su ropa. Me decía que las cosas no tienen género, como los colores, los deportes, pulseras, etc. Cada día me gustaba más su manera de pensar, como su mente es abierta y la forma de comprender todo.

Íbamos tomadas de la mano, hasta que llegamos en la parada del autobús, estaba un poco lluvioso el día. Lo que hacía que el frío me hiciera doler la cicatriz que llevaba en el pecho.

Como gran boba había olvidado de tomar unos de los medicamentos recetados, aunque mi madre no sabe que siempre me olvido de tomar esa pastilla.

-¿Dónde iremos hoy después del colegio? -dijo Rosé, sentándose en el banco que había allí.

-No lo se, elige el lugar -respondió la más baja, mirando su celular.

-¿Por qué no tienes ninguna foto en tu celular? -consultó.

-Porque no, debería poner una -dijo riendo de lado -pero no sé cual.

-Ohhh, entiendo -respondió mirando si ya venía el transporte - cuando estemos en el colegio ¿Me prestarías tú celular?

-¡Si! -respondió tranquila.

-Es raro que no te hayas negado a prestarmelo -frunció el ceño, ella estaba sorprendida.

-No le veo nada malo, luego te diré las contraseñas si quieres -levantó sus hombros.

-No hace falta, debes tener tu propia privacidad -dijo.

-Esta bien, ahí viene el bus -señaló con su cabeza.

-¿Tienes tu pase? -preguntó mientras la miraba fijo.