2018
Eros
Comenzar el primer día de clases, para muchos, suponía ser un gran problema y la verdad yo no entendía muy bien el por qué de tanto alboroto. Solo era un día más y ya, nada especial, se tendría que estudiar durante meses para aprender cosas que supuestamente nos ayudarían en el futuro para tener una buena vida de adulto y con eso acababa todo hasta llegar al siguiente año empezando de nuevo con el largo ciclo de materias, exámenes y, para algunos, estrés.
Sin embargo, para mí seguían siendo todos los años iguales. Lo único que rescataba es que este era mi último año de estudios para luego poder vivir mi vida sin las obligaciones estipuladas por la sociedad.
—¡FELIZ PRIMER DÍA DE CLASES!
El grito extasiado e inigualable de mi hermana Daira fue lo primero que recibí en cuanto llegué a la sala, miré alrededor en busca de alguien más, pero solo estaba ella con su radiante sonrisa que nunca desaparecía de su rostro.
—Buenos días —saludé en cambio solo por cortesía y seguí mi camino hacia la cocina a la vez que acomodaba bien mi mochila sobre mi hombro.
Supe que me estaba siguiendo porque el sonido de sus tacones no pasaban desapercibidos en ningún lugar y era peor cuando la casa se encontraba vacía, ya que hacía un eco mucho más ruidoso.
Didi se esforzó un poco más y se plantó frente a mí para detenerme posando un dedo en mi pecho para picotearme con él a la vez que fruncía su ceño. Con su otra mano movió su cabello rubio hacia atrás para darme una mejor visual de sus expresiones. Quería mostrarse enojada, pero no le funcionaba del todo.
—¿Qué pasa con tu actitud? Deberías estar feliz porque es tu último año —refunfuñó cruzándose de brazos—. Ya bastante tenemos con el amargado de Aydin para que tu también nos hayas salido gruñón, podrías intentar imitar a Beda, es silencioso, pero respetuoso.
Negué con la cabeza y, nuevamente, la evadí para llegar al refrigerador.
No me interesaba imitar las personalidades de mis hermanos teniendo la mía propia y estaba bien como era, no me gustaba hablar y mientras más tiempo estuviera solo, era mucho mejor para mí. La soledad era algo que apreciaba y valoraba con todo mi ser.
—Vamos, Eros. Siempre me dejas hablando sola —siguió parloteando a mis espaldas—. Si no me quieres como hermana, ya dímelo y le digo a papá que invente un contrato para que separemos nuestros lazos sanguíneos —dramatizó.
Tomé una fruta y cerré la puerta del refrigerador para luego girarme hacia su dirección.
—Creo que tu estás imitando la actitud de Cory en este momento —contesté para que no siguiera con eso.
Siempre lograba sacarme palabras porque atacaba el lado emocional y el cargo de conciencia era algo molestoso para mí. Pero, internamente, agradecía que fuera una buena hermana. La verdad es que ella era la única que luchaba para crear un lazo conmigo. Un lazo más allá del biológico.
—No me molestaría imitar eso de Cory, es el más alegre de la familia y al menos no me deja hablando sola —me lanzó una mirada de indiferencia, aunque sabía muy bien que no era en serio.
Daira era incapaz de mirar mal a alguien, mucho menos a su familia. Ella sacó todo el corazón y la bondad que ninguno de los hombres pudimos heredar.
—Ya me voy.
Caminé devuelta a la sala para ir rumbo a la salida.
Al no hallar rastro de mis padres, me di por vencido en buscarlos, era obvio que ya se habían ido a sus respectivos trabajos. Papá era un buen abogado, muy cotizado, mientras que mamá siempre estaba repleta de llamadas debido a que era una diseñadora de interiores. Así que era muy poco el tiempo que compartía con ellos, casi nada de hecho, y una parte de mí ya se estaba acostumbrando a la ausencia de ambos.
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En La Mirada De Eros [03 - SpinOff] TERMINADA✔️ #Wattys2023
Teen Fiction«Hay veces que el amor más intenso se oculta detrás del silencio más profundo». ---------- Eros Sadik. ¿Qué se podría decir de él? Todo lo que define su persona es el silencio. El quinto y último hijo de la familia Sadik jamás se preocupó por demost...