Coral
A veces me ponía a pensar en mi vida, la cuál se basaba más en crear desastres, obtener castigos y llamar la atención sin la necesidad de buscarla. Y es que, era imposible ser yo sin estar en el centro del foco humano por cada acción que hacía.
El día de las bromas que terminó con un castigo de semanas en detención, no solo en el instituto, sino que también en casa por parte del abuelo, fue un día que, nuevamente, terminó marcado como memorable en mi vida y que podría recordar cada vez que quisiera. Todo aquello se debió a que un muy sagaz compañero se dedicó a grabar cómo enfrenté a mi profesora de inglés y después también estuvo presente cuando mi boca quedó color pitufo y el cuaderno de Eros con un hermoso estampado de plátano podrido.
Lo único bueno que podían rescatar es que Evie no llegó a saber de ese video tan viral en redes sociales. Su boda la tuvo tan ocupada con todos los detalles y el trabajo la dejaba tan agotada que apenas veía su celular; un punto extra que me dio bastante ventaja para ocultar mi desastre de mi hermana fue el saber que ella solo utilizaba Facebook, la red social de la vieja escuela, donde solo publicaban memes señoras de avanzada edad y subían imágenes enviando bendiciones a todos los que leían el post. Así que eso me aliviaba porque el verdadero chisme en Daily, y en todos los institutos de país se centraban en Twitter e Instagram, redes sociales que mi hermana no utilizaba del todo. Por lo cual, jamás se enteró del pequeño inconveniente que le ocasioné al hermano menor de sus jefes.
Eros...
Él era otro de mis problemas. Desde aquel día, su limitación a hablarme había disminuido considerablemente debido a que, era obvio, lo castigaron por algo que él no había hecho y yo arruiné su cuaderno. Quise repararlo, algo no muy habitual en mí, pero ni aún así cedió. En las últimas semanas solo se limitó a ignorarme y aquello me ponía de los nervios, sin saber el por qué.
Tal vez se debía al hecho de que estábamos perdiendo el tiempo siendo que la competencia matemática estaba a la vuelta de la esquina, lo cual significaba que iba a perder mi apuesta contra él. Así que no debía ser una adivina para saber los resultados. Si la Almeja me seguía ignorando en nuestros minúsculos horarios donde la daba tutorías, todas mis promesas de hacerlo mejorar en la asignatura se iban a ir por el drenaje junto con el juramento de ganarle a Kian.
—¡Es muy bonito el vestido que elegiste, Evie! —chilló Daira, la hermana de Eros, al lado de mi hermana.
La rubia Sadik solo derrochaba amor y corazones por donde se le mirara. Era demasiado eufórica y cariñosa en cada acción que decía o en cada palabra que decía. Verla solo me hacía pensar en lo diferente que era de su hermano.
—Gracias por acompañarme a elegir mi vestido de novia —agradeció mi hermana con los ojos brillantes por el orgullo que sentía al haber encontrado el vestido ideal para su gran día.
—En realidad, encontrarnos fue casualidad. Es por eso que yo debo agradecer por hacerme parte de algo tan importante en tu vida. —Siguió hablando Daira.
—Eres muy amable, desde el primer momento que nos conocimos has sido de gran ayuda en mi vida... —siguió mi hermana, sumiéndola a ambas en una conversación cursi de la cual me desconecté para centrarme en mis pensamientos.
No tenía que ser una genia para saber en el tipo de amigas que se convertirían si su amistad seguía avanzando. De esas amigas que estaban en las buenas y en las malas, listas para apoyar y brindar palabras de ánimo. Daira Sadik encajaba muy bien con el prototipo de amiga leal y mi hermana era una persona que defendía a los que amaba con garra. Por lo cual, eran una muy buena combinación. Pensar en las cualidades de la rubia, me llevó a pensar otra vez en Eros.
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En La Mirada De Eros [03 - SpinOff] TERMINADA✔️ #Wattys2023
Teen Fiction«Hay veces que el amor más intenso se oculta detrás del silencio más profundo». ---------- Eros Sadik. ¿Qué se podría decir de él? Todo lo que define su persona es el silencio. El quinto y último hijo de la familia Sadik jamás se preocupó por demost...