Kate
Junto a mi novio nos encontrábamos en una de nuestras cafeterías favoritas.
Todas las semanas la visitábamos después de clases o los fines de semana, ya sea para estudiar o para compartir un rato. En esta ocasión, lo que nos reunió en nuestro lugar favorito fueron los estudios...
Bueno, fue más estudio de mi parte que por el suyo, a Eros no le importaba mucho su futuro como a mí. Mientras él soñaba con viajar sin un plan preestablecido, como la mayoría del mundo lo hacía, yo me encargaba de organizar cada segundo de mi vida hasta el día que estuviera en la universidad para estudiar psicología.
Era por ello que ponía empeño en cada una de las materias, mi meta era sacar las mejores calificaciones en todas para poder optar a las mejores universidades del país sin problema. Era la hija de la directora, pero eso no significaba que tenía las cosas regaladas y fáciles, de hecho, era todo lo contrario, sentía que para mí todo era más difícil.
Pero eso no me detenía, yo luchaba con más fuerzas porque en serio quería tener mi título y trabajar en algo que amara. Es por ello que estudiaba para estar en un buen campus universitario.
Y tenía muy claro una cosa. Las universidades no me iban a elegir a mí, yo las iba a elegir a ellas.
—¿Cómo van en tu curso con la competencia de matemáticas? —interrogué dejando de lado mis libros.
Mi novio dejó de lado su móvil, se quitó los audífonos y me prestó atención.
—No entiendo mucho, pero creo que bien... —se encogió de hombros—. ¿Y en el tuyo? ¿Aún sigues compitiendo con Kian?
Sonreí con diversión.
—Sí, seguimos compitiendo por el primer lugar del curso...
—Y también por el primer lugar del instituto —continuó por mí con un poco de diversión en su voz—. No entiendo cuál es el afán de competir.
Eros era tan poco expresivo que eran contadas las veces que lo había visto sonriendo, y eso, ya era mucho porque reírse o carcajearse era algo que jamás lo había visto hacer.
—El competir hace más divertido los estudios —contesté y volví a tomar mi lápiz para volver a estudiar—. Aparte de que hemos tenido esa pequeña contienda con Kian por años, pero no en el sentido de odiarnos. Aunque tengo entendido que la nueva chica se nos está uniendo en la batalla, al menos, a Kian lo tiene muy interesado por el nuevo reto que ella supone en esta carrera.
—No parece ser que a ella le interese los estudios como a ustedes...
Fruncí el ceño ante sus palabras, confundida.
—¿Por qué lo dices?
Negó con la cabeza, sin expresión en su rostro.
—Por nada.
—Bueno, yo lo decía por lo que he visto en los últimos días. Se han estado relacionando mucho y los veo más cercanos, más que una contienda, creo que está floreciendo algún tipo de romance... Escuché que fueron a un restaurante muy exclusivo el día de ayer —miré a Eros con una sonrisa, pero a él no parecía importarle ese tema. No obstante, yo seguí hablando y expulsé un suspiro soñador—. Sería algo lindo y cliché, tipo la chica y el chico que se odian y al final se terminan enamorando.
Me encantaba todo lo relacionado con el romance y lo cliché, más aun sabiendo que mi relación con Eros Sadik era algo así. No enemies to lovers, pero sí la chica estudiosa que enamoró al misterioso chico nuevo.
—¡Hola, Robby!
El saludo eufórico de una voz femenina provocó que detuviera mi parloteo y me hizo mirar hacia su dirección.
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En La Mirada De Eros [03 - SpinOff] TERMINADA✔️ #Wattys2023
Teen Fiction«Hay veces que el amor más intenso se oculta detrás del silencio más profundo». ---------- Eros Sadik. ¿Qué se podría decir de él? Todo lo que define su persona es el silencio. El quinto y último hijo de la familia Sadik jamás se preocupó por demost...