En La Mirada De Eros [03 - SpinOff] TERMINADA✔️ #Wattys2023

Capítulo 35

Si este capítulo no es comentado en exceso, no tienen sentido del humor. Ahre🤣❤️ bromis

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Coral

Luego de que Eros me sorprendió de una forma tan espectacular haciendo parte de forma indirecta en su familia, yo cumplí con mi palabra de darnos una oportunidad de conocernos. Así que el pensamiento de que en cuanto acabáramos el Instituto no nos veríamos más, quedó en el olvido por completo, ya que él y yo nos veíamos muy seguido debido a que siempre teníamos ideas para salir a conocer diferentes lugares en su motocicleta mientras que los días que no salíamos nos manteníamos en contacto por medio de mensajes.

Claro, no eran cursis ni nada por el estilo, más bien eran del tipo de conversaciones que tienen dos amigos en broma donde nos molestábamos con apodos y conversábamos temas al azar sobre libros o motocicletas.

Sin embargo, un día en especial me sorprendió haciéndome la invitación de ir al lugar donde él entrenaba boxeo para comenzar a enseñarme trucos de defensa personal en caso de que un día lo necesitara.

—Entonces me vas a enseñar a ser violenta —dije en cuanto nos encontrábamos preparados para iniciar con la lección—. Me gusta. Siempre he querido patear traseros con estilo.

—No te enseñaré a ser violenta, te enseñaré a defenderte —corrigió.

—Es lo mismo.

—No es lo mismo, yo practico boxeo desde hace años con Aydin y nunca nos hemos ido a los golpes con nadie —se quitó la sudadera quedando con solo una musculosa. Ahí fue cuando por primera vez pude detallar el grosor de sus brazos muy bien trabajados. No eran gigantes en exceso, tenían la medida justa y aquello me gustó—. ¿Coral?

—¿Ah? ¿Qué? —pregunté aturdida—. Sí, eso... Lo que digas.

Una sonrisa divertida se asomó en sus labios creando que miles de corrientes me atacaran en diferentes partes del cuerpo. Apenas me estaba acostumbrando a aquellas sensaciones y se iban volviendo peor a medida que lo conocía mejor.

—Te decía que el fin de aprender boxeo es para que te defiendas. No quieres dejar a nadie muerto, solo atacarlos en caso de que te quieran dañar... ¿Me explico?

—Sí, en caso de que ellos me quieran dañar, evitar que se defiendan y dejarlos medio muertos. Comprendido. —Alcé mis pulgares.

Él solo negó con la cabeza y se acercó a mí.

—Está bien, quiero creer que sí lo entendiste —me siguió el juego—. Vamos a iniciar de menos a más, como todo en general para que el entrenamiento surja bien. Primero iniciaremos con las posiciones correctas y te mostraré con qué lugares de tus puños debes golpear para que no te dañes a ti misma.

—Bien.

Centré toda mi atención en el entrenamiento y en sus explicaciones para no desconcentrarme con su corpulento cuerpo que solo me gritaba protección. No debía averiguar mucho para darme cuenta que si Eros llegaba a golpear a alguien en un momento de furia, le reiniciaría la vida.

Los minutos, o tal vez horas, pasaron de manera fugaz y la verdad era que ya me estaba acostumbrando, muy a mi pesar, que siempre que estaba con él todo tipo de tiempo y espacio se evaporara creando la ilusión de que solo nos hubiésemos visto un segundo.

Terminada nuestra primera sesión de entrenamiento, aun me quedaban energías para seguir investigando el lugar, así que me dirigí a las barras que yacían en un rincón del gimnasio con la curiosidad latente de si era capaz de levantar mi propio peso. Dejé a Eros ordenando sus cosas mientras yo me encaminé a aquel lugar para encaramarme en las barras.