[Capítulo 24]

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~Narra Valtazar

Ver su cuerpo acomodado en el sillón del avión me daba un poco de tranquilidad. En el fondo sabia que no fue mi mejor idea de tratarla así, pero ella no me estaba dando más alternativas.

Poco a poco lo había olvidado, pero ahora, lo empiezo a odiar a pesar de no verlo durante años.

Maldigo la hora en que tuve que bajar del auto por querer más poder y terminé agarrando el mundo. Mi mundo.

–Señor con el debido respeto que se merece — dice Pablo con una reverencia — No le parece demasiado— hace un gesto de disgusto — llebar a la señora Helena amarrada de las manos y cubierta su boca. —

La mire por unos segundos.

— Acaso quieres que se lebante gritando y haciendo relajo — dije de lo más calmado pero con tono sarcástico.

Él solo tomo un soplo de aire he hizo un gorgoteo. — Es verdad mi señor, me retracto por lo que acabo de decir—

— No te preocupes — deje salir una risilla. — Es normal que no conozcas lo suficiente a Helena — baje la mirada al suelo — Es un poco alocada pareciera tener 18— volví a reír.

— Con su permiso —

Lleve mi mirada a Pablo.

— La señora Helena ya no es como antes, al conocerlo,—  hizo un gesto de confusión — ella se resistía una y otra ves, pero ahora pareciera que ...—

La voltee a ver —Solo yo tuviera el poder sobre ella — susurre sin pensar.

—Exactamente mi señor — afirma con sus ojos — Creo que es demasiado para ella que usted sea su carga en este viaje —

Lo mire confuso— ¿A que te refieres— pregunte.

—Me refiero a que ella se a vuelto toda una mujer mientras a estado a su lado a pesar que sea a la fuerza —

Hice un puchero de incomodidad y arreglé mi corbata.

— Pero dudo mucho que ella quisiera quedarse con alguien que no la busco y no hizo lo imposible para encontrarla—

Quedamos en silencio un momento.

Deje salir un suspiro frustrante — ¡Ay Pablo! — negué varias veces — Si supieras tantas cosas que hice con tal que ella no supiera de él y él no supiera de ella — fruncir el seño. — Desde que la obligue a subirse al auto, sabia que no sería fácil llevarla a Reino Unido —

—A que se refiere mi señor — me pregunta confundido.

— No te puedo decir aquí Pablo — le lleñale con la mirada.

— Ah no se preocupe. Ahorita reviso si aún sigue desmayada — se dirigió a ella y empezó a inspeccionar la.

Deje salir una risada.

— ¡Ay Pablo por dios, pareces mujer te gusta el chisme o que — bromee

Me perteneces [2da temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora