[Capítulo 32]

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Durante casi los dos minutos de subir al tercer piso, Valtazar no paraba de decirme cosas lindas al oído, su cuello se recostaba una y otra ves en mi hombro, intentaba besarme pero yo no lo permitía, pues sabia que el no estaba consiente de lo que hacia.

Tin. Las puertas del ascensor de abrieron.

— Mi señora-  escuche decir a Pablo mientras acudía a mi — Déjeme le ayudo — su rostro cambio a preocupación al vernos, o al menos al ver a Valtazar todo ebrio y casi inconsciente.

Pablo llego gusto en el momento indicado, mi cuerpo ya no aguantaba tanto pesor. 

— Déjame abro la puerta si — le dije y camine rápidamente a abrirla.

Al estar adentro pablo lo coloco sobre la cama principal. Valtazar se tumbó de un solo y sin moverse.

— Gracias mi señora, no se que hubiera hecho sin usted — me dice amable —Estaré afuera haciendo guardia por si necesita algo  — hace una reverencia y sale de la habitación. 

Como buena señora que era salí acompañarlo a la salida y de paso a quitarme los tacones que cada ves me estaban matando. 

— Uff si sigo con esta presión, mañana estaré con grandes ampollas — me susurre al momento de quitarme el ultimo tacón. 

— ¡Helena, tengo sed! — exclamo Valtazar desde la cama. 

Me dirigí frente a la cama y me pare frente a él con las dos manos lado a lado de mi cintura —¿Y tú crees que yo soy tu sirvienta o tú asistente para darte agua o qué? — le hable muy molesta.

— Por favor si —  dijo al darse medio giro sobre la cama — mi carganta esta muy reseca —

— Y eso a mi qué ¿acaso yo te dije; Valtazar ve a tomar con tus amigotes, no verdad? — dije en todo sarcástico.

- Ay Helena no me grites si - estiro su mano y tomo una almohada, para luego colocársela el los oídos.  

- Y todavía te haces el gracioso conmigo - me acerque a el y me incline para quitarle la almohada - Si sigues así veras que - 

 Su cuerpo de un segundo a otro se enderezo y sus dos manos sujetaron mi trasero. 

- ¿Si sigo así que? ¿Qué me harás?- apretó mi trasero con sus manos.

- Ahhh, ¿Qué crees que son, esponjas o que? -exclame un poco adolorida 

- No dije que fueran esponja, son una delicias que solo yo puedo tocar - me jalo hacia el y con sus dientes empezó a subir mi blusa.

- Te traeré un baso con agua si - dije intentando zafarme de el.

- El baso esta ahí- dice señalándome con la mirada a la mesa de noche. Yo también lo voltee a ver.

- Entonces déjame tomarlo - intente alejarme de el.

Sus dos manos apretaron y levantaron mi trasero junto con mi cuerpo, su postura se puso de pie, sus manos resbalaron y sujetaron mis piernas, sin pedir permiso las abrió  y las paso de lado a lado de su cadera. 

- Que te pasa - exclame en voz alta.

- Shh el niño duerme - 

- Si pero - tenia razón, Liam estaba en la parte de alado.

- De esta manera puedes alcanzar mejor el baso con agua - una risilla salió de sus labios. 

- No crees que es mejor caminando, estaba a dos pasos -

- Mmm para mi es mejor esto. - 

Su cuerpo empezó a caminar, pero con cada paso que daba, me daba miedo que me dejara caer. Y ahí si, iba a llorar como niña de cinco años. 

- Lo siento pero - dije entre dientes. Mis pies se enredaron para que estuviera mas segura pero..

- Mierda - escuche decir mientras su cuerpo se tambaleo hacia delate y dio unos paso tan rápidos que sentí casi que el caería sobre mi. Sus manos hicieron un rudo al momento de topar con la pared. 

- Lo siento pero..- su mirada bajo a nuestras partes bajas - sentí un pequeño topón ahí abajo -

- sin ni siquiera bajar la mirada, sentí mis mejillas arder - la cara de Valtazar emepzaba a cambiar de color y su vista no se despegaba de abajo.

- Creo que aquí puedo alcanzar tu baso con agua - dije intendo olvidar el momento. Soltero mis pies y me quise bajar de su cintura sin ni siquiera decirle.

Una de sus rodillas se medio en mis entre piernas - ni por más borracho que este, dejaré que te bajas sin darme el baso con agua -

- Si te lo daré, solos deja que me baje y te lo doy si - dije un poco nerviosa. La punta de su rodilla estaba casi pegándose a mi ropa interior  y a mi..

Su mano se estiró lo más que pudo y me dio el baso con agua ‐ Listo, ahora debes de darme un poco de agua – susurro un poco más calmado.

Mis manos tomaron el baso con agua e intente darse lo en esa posicion pero...

- Quiero que me lo des tú- dijo aún con la mirada abalo.

¿EH? ¿Cómo que yo?

-¿Pe- pe pero cómo? - pregunte confundida y con la sensación de unos labios pesados. 

‐ Toma un poco y me lo das en la boca ‐ lo vi con gesto de asco.

- Ni loca haré... ‐ negué con a cabeza 

Mis ojos se abrieron como platos 

¡Ahhh!

 ¡NO!

Apreté mis labios entre si para no gemir.  Su rodilla topó con mi parte baja y poco empezó a moverla en círculos de manera lenta y un poquito rápida.

- Valtazar- dije casi sin voz, mi mano se fue sobre su pecho y apretó su camisa que estaba a dos botones de abrirse por completo. 

- Helena Si sigues así yo ‐ una de sus manos se posó sobre mi cintura mientras la otra bajó en busca de mi sensibilidad. 

- Ni se te ocurra tocar ahí... - exclame al momento de apretar mis entrepiernas y dejar ajustados sus dedos en ellas.

— Es tas muy húmeda — su frente se pegó a la mía
— Que pasaría si mis dedos también quiere moverse ahí a bajo —sus labios se  fuero a devorar mi cuello dando pequeños besos y chupetones.

— Valtazar, por favor— dije casi sin aliento. Mi cabeza me estaba empezando a traicionar con mi firmeza ante el. 

— Imagínate si con solos mis dedos te vuelvo loca, no digamos si me introduzco — su voz se torno ronca, acompañándola con una respiración muy pesada. — Mierda—gruño. —Ven acá— una de sus manos sujeto mi espalda y la otra se aferro a mi trasero, me despego de la pared y me llevo a la cama, en donde me tumbo como una almohada. 

La mitad de mi cuerpo quedo boca abajo . Prácticamente mi trasero quedo a su merced. 

— Antes de entregarte a el — susurro. Su respiración se escucho a un mas pesada y agitada — Te hare gemir tanto mi nombre, que mañana no te podrás mover de tanto c@¡€r+€...—

Gire mi cuello y de re ojo pude ver como se desabotonaba la camisa y la dejaba caer al suelo. 

Con una de sus manos jalo mi cabello hacia atrás, y con la otra tomo mis manos y las llevo a mi espada, se inclino hacia mi — Júrame que solo por esta noche me pensaras a mi, gritaras mi nombre, gemirás mi nombre — susurro a mi oído. 

—Valtazar yo —me jalo hacia su pecho y me apego a él.

—Júrame que solo por esta noche me montaras y podre apretar esto mientras lo haces — sus dos manos, sus dos malditas grandes manos, se fueron por debajo de mi blusa y de mi brasier, apretaron mi pezón y empezaron a apacharlos que de mi voz salió

— Hazme tuya Valtazar.— arque mi espalda. 
Joder porque me esta encantando esto - Hazme tu mujer - dije antes de jalar su rostro a mi y buscar sus labios para apresarlos a los mios.

Sera lo que tenga que ser. 


Me perteneces [2da temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora