[Capítulo 8]

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~Narra de Valtazar

— Te dije que ellos son todo para mi — le dije mientras ella sostenía una foto de Helana abrazando a Liam.

— Si si como digas — me responde katherine en tono sarcástico. — Pero dime — voltea su presencia hacia mi — ¿Qué se supone que haces aquí?— alza una ceja.

La mire serio — ¿Acaso nuestros padres nunca nos llevaron a convivir en familia? — le pregunto.

— ¿Acaso los vampiros de sangre pura tenían corazón? — odio cuando convierte nuestras conversaciones en estocadas, que las mismas se vuelven en mi contra.

Baje la mirada.
Bufe de incomodidad.

— O al menos con el hijo barón si lo tenía — agrego. Seria estupido si nunca huebiera la típica pelea de hermanos.

Levante la mirada hacia ella.

Ella me miró y me sonrió con sarcasmo.

— ¿Aún no lo has olvidado? — le pregunto.
Cruzo los brazos y me recuesto sobre el escritorio de mi despacho.

—  Como quieres que olvide el desprecio de mis padres por nacer mujer — su respuesta fue directa.

— No era desprecio — era la misma respuesta que le daba cada cierto tiempo.

— ¿Y entonces?  ¿Que era Valtazar? — su gesto de confusión no podía falta.

Mire a otro lado. Sus preguntas siempre me dejaban sin palabras. Nunca le pude dar una respuesta correcta a todas las cosas que nuestros padres hacían con nosotros

— Con certeza puedo decirte que tu no tenías la culpa de nada — dije en voz baja y la mirada baja.

— ¡Ah no! — exclama molesta — ¿Y entonces esto que significa? — levanto sus manos y pego sus muñecas entre si. Me las enseño.

Voltee a ver a otro lado.

— Eso no es nada comparado con lo mío — le digo.

— ¿Crees que esto no me dejo marcada? —

—¡Por favor Katherine! — exclamó egocéntrico — No eres la única que sufrió él desprecio de nuestro padres —

—¡Siempre fuiste el favorito! — reniega.

Negué con la cabeza.

— Crees que cargar con la mitad de tareas de papá era fácil para un niño de siete años. ¡No katherine! Estas mal si crees que papá no me trato mal —

— Por Dios. — exclamó — ¡A ti no te toco un pelo! — me dice furiosa.

— Eso crees — me empeze a quitar el saco junto con mi camisa — Entonces pregúntale eso a mi espalda — le di la espalda — O si quieres también a otras partes de mi parte de mi cuerpo que tienen casi las mismas cicatrices.—

Mierda.

Otra – otra  vez no.

Recordar como fue mi infancia, no era lo mas placentero que mi mente tuviera.

Mi vida fue así. Como todo niño recién llegado a la familia al principio es la adoración de todo el mundo, o al menos de todos aquellos que lo rodean. Preciosa descripción de mi vida. Así fue hasta que cumplí 7. Por lo común cada niño posee alguna habilidad física y mental, la mía fuero  las dos. Pero una en especiaficio fue la perdicion de mi niñez. La dotación. A esa edad ya podía hablar tres idiomas, aparte el de mi origen. Papá al darse cuenta que mi capacidad iba aumentando conforme los meses, él le dijo a mamá que me llevaría con el a todas las conferencias, tratos, discursos entre otras cosas que tuvieran que ver con la familia real. Mamá como cualquier otra madre se negó rotundamente. Pero él solo le dijo eso, no le pidió su opinión u autorización. Y es allí donde el infierno en vida empezó.

Me perteneces [2da temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora