[Capítulo 18]

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Mi respiración no dejaba de estar agitada. De tanto mequetreque ni yo misma sabía como controlarme.

Trague fuerte — No sigas — le dije a Valtazar de manera exhausta.

— Es tu culpa por provocarme — contesto casi sin aliento. Sus manos tomaron mi cintura, y su frente buscó mi cuello para descansar en el. —Nunca pensé que te haría mía en un lugar como este — dice bromeando — Lo siento por no ser un lugar adecuado —

Mis ojos se aguardaron — Tenemos que ir con ellos — intente evadir esa conversación. Me aleje de él y acomode mi vestido casi subido a mi cintura.

— De acuerdo — me dice y hace lo mismo. Con sus dedos empieza acomodar su cabello, el cual fue alborotado por mis manos necesitadas ganas de jalar algo al momento de mi exploración de sensaciones. En pocas palabras mi jodido y extraño orgamos.

— Listo — me mira de reojo. — Toma mi brazo — lo extiende hacia mi — ¿Con esos tacones? — hace una pausa, alza una ceja— Solo ten cuidado de no caer. Recuerda que aún no puedes caminar con ellos— ríe.

—¿Y si en un caso me resbaló? — pregunto en forma ignorante y como chica de dieciséis.

Cerró sus ojos suavemente y dejó salir una risilla — Si en caso caes — abrió sus ojos de manera lenta — No te preocupes. Yo no te dejaré caer —

En cuestión de dos que tres sus ojos se aguardaron al verme de manera mija a los míos.

Mis labios se abrieron para decir algo pero...

— ¡¡Así que no piensan bajar acenar!! — pregunta Katherine en tono molesto y llevando sus manos a la cintura. Con ese giro de barbilla de disgusto, hasta a mi me dio miedo.

Los nos vimos.

— Lo siento yo.. —

— Todo esto es mi culpa — intervino Valtazar — Yo fui el que retraso a esta hermosa mujer — sus ojos aguados cambiaron repentinamente a un mirada coqueta hacía mi.

— ¡¡Por ti no hemos empezado a comer Valtazar!!— exclama Katherine como niña encaprichada.

— Lo siento hermanita. En este momento bajamos — le afirma. Me mira y me afirma para que empiece a caminar al mismo paso que él.

Por la obvia razón empeze a caminar a su paso. Al llegar al primer escalón mis piernas se aguardaron al ver que los escalones se acercaban y alejaban.

Si mi vista no me falla son aproximadamente ¿quince escalones?

— Si me permites — su brazo se suelta de mi. Bajo dos escalones y estiró su mano para que pudiera bajar de una manera más ligera y sin miedo.

Tome aire y lo mire algo afligida.

El solo acento con la cabeza.

Extendí mi mano y tomé la de el.

Cada paso, era menos pánico.
Se lo agradezco 

Al llegar a la planta baja. Lo miré con algo de temor. El solo apretó sus nudillos de una manera agradable juntos a una risilla. — Te dije que no te dejaría caer — hace una reverencia y lleva mi mano a sus labios, para luego dejar plasmado un beso.

Abri mis ojos como platos, al ver tal acto tan caballeroso.  Cosa repentina y sorpréndete de su parte.

El interrogatorio empieza en cinco.

— Seas bienvenida — la voltee por instinto ver al escuchar su voz.

El interrogatorio empieza en cuatro.

Me perteneces [2da temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora