Capítulo 24

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Narra Serena

Todos entramos en la habitación de Darien solo para verlo ahí, acostado, indefenso y conectado a una infinidad de máquinas. Ciertamente fue espeluznante verlo en esa posición, tan quieto. Me dolía el corazón al pensar una vez más en el trágico descenlace que esto hubiera tenido si Darien no hubiera cedido y aceptado mi ayuda cuando por fin cayó en cuenta de que necesitaba apoyo especializado.

Los tres miembros de su familia se echaron a llorar; Endymion y Luna se abrazaron mientras Amy se volvía hacia mis brazos. Lentamente nos acercamos, lo tocamos y sujetamos su mano, cada uno de nosotros se inclinó para susurrarle nuestras palabras de aliento y amor al oído.

Me paré junto a la cama de Darien y tuve destellos de algunos recuerdos que vinieron a mi mente. Hubo una época en mi vida en la que me encontraba casi exactamente en la misma posición de ahora y sentí que mi corazón se volvía infinitamente más pesado de lo que ya estaba.

No podía dejar morir a este hermoso hombre. Fui conducida a él por una razón, quizás alguna casualidad nos había atraído el uno al otro en una conexión inexplicable. Fue el destino el que finalmente me había llevado a aceptar la oferta de trabajo que la señora Galaxia me había hecho hace más de un mes y agradezco infinitamente haber llegado ahí pues gracias a eso, lo conocí y pude hacer algo por él.

Justo cuando estábamos a punto de salir de la habitación, escuchamos una fuerte conmoción en el exterior y al fondo oímos la voz chillona y alterada de Rei resonar a lo largo de los pasillos estériles mientras una terrible cadena de maldiciones salía de su boca.

Parecía que había una pelea cuando todos salimos de la habitación para verla ser arrastrada hasta la salida por Rubeus y otro guardia.

—¿Tú? ¡Te atraparé! ¡Desgraciada! ¡Él es mío! ¡Te vas a arrepentir de esto! ¡Te lo advierto!— su voz llena de veneno se dirigía únicamente hacia a mi.

Justo antes de doblar en la esquina, antes de desaparecer de nuestras vistas Rei emitió una nueva amenaza pero ahora dirigida hacia el patriarca de la familia Chiba —Endymion, te lo advertí. Todos pagarán por esto, les prometo que así sea lo último que haga, pagarán por esto.

Todos nos quedamos en estado de shock mientras el equipo de seguridad finalmente la sacaba de las instalaciones de la clínica.

—Señor Endymion, hasta que Andrew no nos dé indicaciones presisas debemos conseguirle a usted y a su familia un equipo de seguridad. Esa mujer es capaz de todo por lo que ninguno los suyos está a salvo en estos momentos— dije lo más tranquilamente que pude tratando de evitar aumentan sus nervios.

—Tienes toda la razón Serena. No te preocupes, te aseguro que ninguno de nosotros saldrá del hospital mientras Darien esté aquí— Endymion habló en voz baja.

Llegado el momento, sacaron a Darien de su habitación, enseguida, Taiki se acercó y le preguntó a Endymion si estaba listo para ir al quirófano e iniciar la cirugía. El preocupado padre del paciente simplemente asintió. El peso de lo que estaba a punto de hacer obviamente se cernía sobre él pues prácticamente tenía la vida de su hijo en sus propias manos.

El doctor Endymion estaba por partir pero antes se volvió para abrazar a Luna, a Amy y luego a mí.

—Gracias jovencita. Muchas gracias por traer a nuestro hijo de vuelta a casa. Incluso en esta condición, sigue siendo nuestro hijo y te estamos eternamente agradecidos por todo lo que has hecho hasta ahora.

—De nada, sólo espero haber actuado lo suficientemente a tiempo— le respondí colocando una de mis manos sobre su hombro derecho.

—Recen para que todo salga bien— nos pidió el hombre en medio de un profundo suspiro ahogado. Luego,  giró sobre sus talones y nos dejó a las tres allí paradas. Fue entonces cuando comenzó nuestra ansiosa espera a que salieran de ese quirófano con las mejores noticias.

Luna, Amy y yo nos pusimos tan cómodas como pudimos en la sala de espera del área de neurología. Fue un poco incómodo al principio, pero después de hacer una pequeña charla, sentí que los conocía de toda la vida.

—Serena ¿Cómo supiste que estaban abusando de Darien?— Luna finalmente preguntó y entonces supe que el momento de contar mi verdad había llegado.

—Oh, um, tengo experiencia de primera mano con víctimas de abuso. No solo lo he convertido en el trabajo de mi vida, sino que mi madre fue víctima de violencia doméstica— respondí y junté mis manos.

Odiaba recordar mis propios recuerdos. Era mucho más fácil cuando trabajaba con las personas a las que ayudaba pues con ellas no había una conexión emocional completa. Sin embargo, en esta ocasión había algo diferente, estaba Darien de por medio, un hombre con el que extrañamente me había encariñado en tan solo unos días, y del mismo modo que él, su familia me hacía sentir cómoda y en confianza.

—Oh no, querida. Lamento oír eso. Supongo que tus padres están divorciados ahora— Luna exclamó sin pensar que esa pregunta traía aún más dolor a mi pecho.

—Mis padres biológicos están divorciados, lo han estado desde que yo tenía tres años. Mi padrastro era el abusador de mi madre. Ahora está cumpliendo una cadena perpetua por asesinato— dije mientras cerraba los ojos y apoyaba la cabeza contra la pared.

—No quise entrometerme Serena. Lamento tu pérdida. Ningún niño debería pasar por eso. Discúlpame por incomodarte— la suave voz de Luna trataba de consolarme mientras yo solo abrí los ojos y asentí con la cabeza.

Esa amable mujer que se encontraba sufriendo por el estado de su hijo se acercó para abrazarme. Me sentí realmente bien al tener los brazos de una madre rodeándome de nuevo pero dada la situación que estábamos viviendo tuve que contener las lágrimas que estaba por derramar producto del consuelo que había encontrado en este instante.

—Serena ¿Crees que realmente podamos alejar a Darien de esa malvada mujer— la voz de Amy rompió el abrazo que compartíamos su madre y yo.

Me talle un poco los ojos intentando desvanecer las pequeñas gotas que apenas habían salido por mis ojos, me senté con la espalda recta y respondí —Sí, creo que pondremos fin a esto de una vez por todas.

Honestamente, confiaba en que Andrew nos ayudaría en el caso de Darien. Como mi amigo, yo conocía su trabajo y lo hacía muy bien. Sabía que de alguna forma, el descubriría la manera de poner a Rei tras las rejas y  que cualquier evidencia que tuviera sobre Darien sería destruida.

—¿Te metiste en el derecho familiar por lo de tu madre?— Amy preguntó en voz baja.

—Así es. No podía soportar la idea de que otras personas como ella fueran abusadas sin tener el valor de enfrentar su situación. Durante años intenté que mi madre dejara a ese hombre, desafortunadamente, cuando ella accedió a irse fue muy tarde. Él se enteró de sus planes y la golpeó hasta matarla. Su cuerpo fue encontrado dos días después, cuando finalmente pude convencer a la policía de que no se había escapado con nadie más. Mi padre es el jefe de policía de esta ciudad, pero incluso con todos los intentos que hizo, tampoco pudo ayudarla a salir a tiempo— dije mientras una lágrima rodaba por mi mejilla ante el recuerdo de encontrar el cuerpo destrozado y golpeado de mi madre.

—Eres una persona bastante compasiva y sensible. Eres una mujer digna del trabajo que realizas. Eres exactamente lo que Darien estaba necesitando ¿Cómo lograste que se abriera contigo?— me preguntó Amy mientras tomaba mi mano.

—No estoy muy segura exactamente. Solo tuvimos esa... conexión. Me preocupo mucho por él— dije y me incliné hacia su madre.

Las tres nos sentamos en silencio durante lo que parecieron horas. Cada uno de nosotros obtenía café o agua para los demás en varios momentos a medida que pasaba el tiempo.

Finalmente, después de lo que pareció un año, vimos al doctor Endymion emerger del quirófano con su bata blanca, un gorro quirúrgico, un cubre bocas y los ojos húmedos.

—La cirugía fue un éxito pero aún no sabemos cómo pueda evolucionar. Ahora, todo depende de él y de su organismo para garantizar su recuperación— dijo justo antes de derrumbarse en los brazos de  su esposa.

Necesito un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora