Narra Darien
Más tarde esa noche, mientras yacía en la cama, no pude evitar recordar la historia de Serena sobre su madre. Después de escucharla, estaba aún más agradecido por toda la ayuda que me estaba brindando. Solo podía imaginar el daño que les habría causado a mis padres si hubiera perdido la vida en todo esto.
De repente me di cuenta de que este había sido el tiempo más largo que había tenido sin hablar con Rei en casi cinco largos años y sentí como si una gran roca estuviera justo sobre mi pecho. El pánico y el miedo se sintieron como si estuvieran atorados en mi garganta ante las represalias que ella tomaría ante mi escapada.
¿Y si había vendido las cintas de video a la prensa? ¿Y si había llevado esos documentos a la policía?
Rei tenía pruebas de ADN y una muestra de mi semen. Cuando ella combinara eso con las fotos, los videos y las declaraciones firmadas todo parecería creíble. Por más que me empeñara en contar la verdad, nadie comprendería lo que realmente había sucedido.
Recuerdo que estuve enfermo durante algunos días después de que ella me lo mostrara todo mientras alguien miraba a mi familia a través de la mirilla de un rifle. Fue fácil comprender que planeaba matar a mis padres si no seguía sus reglas. Ahora sabía que ese era su as bajo la manga. Me tenía en sus manos y lo sabía, de modo que hizo con migo lo que quiso y no pude oponerme.
Nunca tuve la opción de alejarme. La odié con cada fibra de mi ser por utilizar a mi inocente familia para obligarme a hacer su voluntad más de lo que la odié por todo lo que me hizo a mi.
No pude detener las lágrimas que se acumularon y cayeron libremente por mis mejillas. Me acomodé de lado y mis ojos borrosos se posaron en el último retrato familiar que habíamos tomado.
Era un recuerdo de nuestro viaje a las Islas Canarias en las últimas vacaciones de verano que habíamos tomado antes de que conociera a Rei. En aquella ocasión salimos a cenar a la orilla de la playa, todos reíamos de algo que alguien había dicho. Nuestras caras tenían la sonrisa más grande que alguien podía haber visto. La luna brillaba en lo alto, la brisa golpeaba nuestros rostros y obviamente éramos felices.
Extrañaba a esa familia. Extrañaba ese sentimiento. Me extrañaba a mí mismo y al Darien que había sido antes de cruzarme en el camino de Rei.
Mientras seguía contemplando aquel retrato tomé una firme desición; prometí que nunca más permitiría que nadie volvería a quitarme esas cosas; que aunque me costara trabajo encontraría una manera de volver a formar parte de la amorosa familia que una vez tuve. Me amaban y me querían en sus vidas; nadie me había alejado, yo era el que me había sacado de la ecuación, por culpa de esa mala mujer. Ahora, debía poner toda mi energía para reparar lo que había permitido que se rompiera. Les debía mucho a mis padres y a mi hermana también.
De pronto, dejé que mi mente divagara hacia Serena. Ella había sido tan amable y se preocupó mucho por mí; después de su relato fue fácil saber por qué era tan buena en su trabajo. Solo podía esperar que estuviera a salvo esta noche. Sus palabras habían hecho que mi corazón doliera por el sufrimiento que pasó con la muerte de su madre. Me sentí terrible por haberla hecho revivir ese momento de nuevo, esperaba que pudiera perdonarme y que todavía estuviera dispuesta a ser mi amiga una vez que todo esto terminara. Después de una seción de mucho análisis logré conciliar el sueño sin darme cuenta hasta que escuché un suave golpe en la puerta y me desperté sobresaltado nuevamente -¿Quién es?- me las arreglé para hablar aunque el sueño era evidente en mi voz.
-Soy yo hijo, es hora de levantarse Darien- dijo mi madre antes de abrir la puerta ligeramente para mirarme.
-¡Oh! ¿qué hora es?- pregunté mientras pasaba una mano por mi cabello tocando ligeramente las puntadas de mi cirugía y hacía una mueca.
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Necesito un ángel
FanfictieNo puedo contarle a nadie lo que sufro... Nadie me creería... Estoy a su completa disposición. Se ha encargado de convertir mi vida en un infierno con sus constantes agresiones verbales y físicas. Nunca podré liberarme de está tortura... Preferiría...