Capítulo 25

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Narra Andrew

Había pasado los últimos días investigando a la sospechosa. Seguí a mi objetivo a su casa, a la casa de sus amistades y a los diversos clubes y restaurantes que visitaba constantemente.

Me detuve en el club al que había asistido esta noche y me estacioné mientras la veía ingresar al lugar acompañada de un hombre y una mujer. Por la vestimenta que usaba pude suponer que estaba lista para la fiesta. Esperé unos minutos hasta que estuvieron adentro y vi como mi informante también entraba.

Una vez que entré al club, me sentí como en el bar de mi casa, cómodo y confiado, pero siempre teniendo la cautela de vigilar a la sospechosa y su clan. Mi informante, quién ya había hecho contacto con ella y había ganado un poco de su confianza, no tardó mucho en sentarse en la mesa, a su lado. Estaban apoyados el uno en el otro teniendo una conversación cuando los ojos de esa mujer se movieron rápidamente y se encontraron con los míos dejando escapar una pequeña sonrisa, acción a la que yo correspondí con un guiño de mi ojo derecho.

Al parecer el plan para derribar a esa bruja había iniciado con el pie derecho.

Después de analizarme visualmente durante unos minutos, ella se acercó a mi lado en la barra —¿Puedo invitarte una copa?— preguntó y colocó su mano alrededor de mi bíceps.

—Por supuesto— respondí y mantuve mi rostro estoico para evitar que ella descubriera mis verdaderas intenciones.

—¿Qué tal si vamos a algún lugar donde podamos... hablar?— dijo con un susurro en mi oído mientras me entregaba un tarro de cerveza.

Asentí y señalé con la cabeza un espacio totalmente vacío en un rincón apartado y oscuro del club. La seguí de forma sigilosa mientras atravesábamos las instalaciones del lugar hasta llegar a nuestro destino en donde me acomodé en un asiento junto a ella.

—Mi amigo, el que me hacía compañía hace un momento me ha dicho que ya sabes lo que estoy buscando ¿Es eso cierto?— me preguntó mientras me miraba con recelo.

—Eso creo. Tu amigo me contó algo ¿Cuándo estás buscando eliminar al objetivo?— le pregunté sombríamente comprobando que ella no sospechaba en lo más mínimo que ese nuevo amigo del que tanto hablaba no era nadie más que Alan, mi informante.

—Lo más pronto posible. El tiempo es esencial. Necesito poner las cosas en su lugar antes de que mis planes salgan mal— Rei dijo con ligereza.

—¿Qué tienes pensado hacer? Dame detalles para saber con qué tengo que trabajar— pregunté antes de tomar un sorbo de cerveza.

—Estaba pensando en un disparo al costado de la cabeza de modo que parezca un suicidio— dijo y sacó su teléfono de su bolso, miró la pantalla, escribió un mensaje de texto y volvió a mirarme.

—¿Cómo sé que puedo confiar en ti? Mis amigos no te reconocen por aquí y aunque confío en Alan, su amistad es muy reciente como para asegurarme de que no mienta— su voz era cautelosa mientras continuaba estudiando mi rostro buscando alguna señal de duda o nerviosismo.

—Si nadie me ha visto por los alrededores es porque generalmente no me quedo en un mismo sitio. Mi trabajo requiere que esté en donde necesite estar cuando necesito estar—  respondí audazmente mientras le guiñaba un ojo.

—¿Tienes experiencia? ¿Cómo sé que no intentarás tenderme una trampa o delatarme?— su voz tenía un toque de recelo.

—Estoy altamente capacitado, tengo mucha experiencia y tengo toneladas de referencias, si estás interesada puedo mostrarte algunas— dije mientras mis ojos recorrían la habitación disimuladamente y noté que mi informante me hacía una señal con la que me indicaba que se retiraba.

Necesito un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora