Narra Darien
Mi mamá me siguió hasta mi habitación cuando regresaba del área de fisioterapia.
-Hola Darien. Te traje algo de ropa nueva para que te la pongas para irnos, y he comprado muchas más prendas para que puedas utilizarlas en casa- la voz de mi madre era alegre y emocionada mientras me sonreía.
-Gracias, mamá. Pero, sabes que todavía no estoy libre ¿verdad? Aún tengo que esperar a que el doctor Taiki venga y me dé el visto bueno antes de darme de alta final- dije mientras me movía para sentarme en la cama y frotar mis pantorrillas con mis manos en señal de nerviosismo.
Uno de los efectos secundarios de mi cirugía cerebral y de estar en una cama de hospital durante tres semanas había sido la debilidad de mis músculos, por lo que tuve que asistir a terapia dos veces al día para recuperar la fuerza en mis brazos y piernas. Después de mucho trabajo, finalmente pude caminar con un bastón en lugar de una andadera.
También había comenzado a ver a un psiquiatra una vez al día mientras estaba en el hospital. Fue difícil lidiar con todos los aspectos nuevos de mi vida; tenía mi libertad, tenía a mi familia de vuelta y tenía que aprender a corresponder a la amistad de Serena. Sabía que para recuperar mi vida de forma total y para librarme del control de Rei, la terapia era un paso necesario que tenía que dar.
-¿Qué te gustaría cenar esta noche hijo?- mi mamá preguntó mientras comenzaba a desempacar un par de jeans, algunas camisas y otras prendas de vestir.
-Lo que sea que quieras hacer mamá. Por favor, no salgas de tu rutina solo por mí- le dije mientras la culpa una vez más se apoderaba de mí. Todavía no me había acostumbrado a estar con mi familia de forma regular. Ciertamente no hasta el punto en que pudiera expresar mis propias necesidades, deseos o miedos todavía. Mi terapeuta, la Doctora Aino me aseguró que no debería preocuparme o presionarme demasiado para que todo volviera a ser exactamente como había sido en el pasado demasiado rápido.
Ella me había dicho que tomara las cosas a mi propio ritmo y que aceptara cada día como venía, incluso hora tras hora si sentía que era demasiado abrumador para concentrarme en un día entero.
-Bueno, creo que cocinaré algunos de tus platillos favoritos- habló mi madre con un toque de desgano en su tono, cosa que también denotó en su rostro.
-Mamá, no quiero que te metas en muchos problemas por mí. Soy bastante capaz de preparar mis propias comidas. Demonios, he sido el único que cocina en mi propia casa durante los últimos tres años- dije apresuradamente y al instante lamenté la rudeza de mi voz.
Mi mamá se alejó de mí para que yo no pudiera ver su rostro, pero pude escuchar sus sollozos y supe que una vez más yo había sido la causa de las lágrimas de la mujer que me había dado la vida y que no hacía otra cosa más que tratar de hacerme sentir cómodo y querido.
Pasé una mano por mi cabello y apreté los dientes. ¿Cuándo terminaría esta pesadilla? Mi dolor, el dolor de mi familia ¿Acaso no habíamos pasado ya por suficiente?
En ese momento mi celular sonó con el tono de llamada de Serena. Rápidamente extendí la mano para contestar -¿Hola?
-Hola Darien ¿estás emocionado de ir a casa hoy?- su amigable voz sonó a través del receptor.
Yo simplemente resoplé -No me voy a casa ¿recuerdas? Voy a la casa de mis padres- respondí de forma un poco ruda y cortante.
Del otro lado solo pude escuchar una pequeña inhalación demostrando que sin duda había notado mi molestia -¿Mal día?- me preguntó ella en voz baja.
Respiré hondo y suspiré -Lo siento, Serena, estoy un poco nervioso. Respondiendo a tu pregunta, sí, estoy listo para dejar el hospital. Solo tenemos que esperar a Taiki para revisarme y darme de alta.
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Necesito un ángel
FanfictionNo puedo contarle a nadie lo que sufro... Nadie me creería... Estoy a su completa disposición. Se ha encargado de convertir mi vida en un infierno con sus constantes agresiones verbales y físicas. Nunca podré liberarme de está tortura... Preferiría...