Cancer no pudo evitar soltar un par de lágrimas al ver nuevamente como Escorpio conseguía una nueva herida. Los chicos que se habían metido habían salido corriendo apenas abrieron la puerta.
Ni siquiera pudo ver sus caras.
—¿Pero por qué mierda lloras? - Escorpio la miró con el ceño fruncido. Claramente estaba molesto por lo ocurrido. Sin embargo estaba recostado como si no hubiera pasado nada.
—Es que no entiendo porque te quieren hacer tanto daño. - ella confesó en un susurro mientras limpiaba la nueva cortada.
Escorpio la miró fijamente sin comprender aún por qué eso era un motivo para llorar.
—Da igual, ni estando así pudieron conmigo. ¿Los viste correr no?
Ella lo vio a los ojos y suspiró. —Aún así te intentaron apuñalar. Aunque la herida no sea profunda, te hicieron daño.
Ella tiró el algodón sucio al basurero y luego vendó su herida en su pectoral.
Él la miraba detenidamente.
Cuando acabó, Cancer limpió sus lágrimas y lo miró.
—Le diré a alguien que venga a reparar tu puerta.
Él no dijo nada. La tomó de la mandíbula con fuerza y la acercó a su rostro. Iba a hablar cuando una presencia llamó su atención.
Capricornio estaba en el marco de la puerta con los brazos cruzados.
Escorpio la soltó de mala gana y se enderezó un poco.
—Me contaron que estabas malherido y quería verlo con mis propios ojos. - Capricornio no tenía ninguna expresión en su rostro.
—Mis heridas no son nada. - Escorpio gruñó, orgulloso.
—Si eso es verdad, ¿qué hace Cancer aquí?
—Tsk, obviamente porque es una entrometida.
Capricornio esta vez posó su mirada en ella. Quién aún tenía los ojos llorosos.
—¿Por qué lloras?
Ella se avergonzó, no quería decirle el por qué.
—Escorpio te hace llorar y aún así estás aquí.
—No... Lo malinterpretas... - Cancer negó con la cabeza.
—No hay nada que debas ocultarme, Aries me contó lo sucedido. - él se acercó a Cancer y la tomó suavemente de la barbilla.
—Vete de aquí, otras personas te necesitan abajo. Claramente si Escorpio dice que no está grave, es porque no lo está. Así que quiero que lo dejes en paz.
—Pero señor...
Ella quiso reprochar pero él frunció el ceño.
—¿No has escuchado que te ha dicho entrometida? Hazte respetar y vete de aquí. Yo me encargo de ahora en adelante.
Cancer bajó la mirada y asintió. —Sí, señor.
Murmuró con pena para luego salir.
Capricornio se giró al hombre en la cama y frunció aún más el ceño. —Supongo que si no estás grave podrás hacer cumplir un contrato.
Escorpio lo miró con veneno. Su especialidad.
—Dije que no estoy grave, no que estoy en condiciones para trabajar.
—Bien. Tienes hasta el fin de semana para recuperarte. Este contrato es importante y quiero que tú lo cumplas.
[...]