Cancer recibió una mirada dura de su padre.
—Irás, sí o sí.
—No quiero. No puedes obligarme.
La cangreja frunció el ceño. Su madre suspiró.
—Claro que sí, después de todo quieres el negocio familiar, y nuestro deber es preservarlo. Así que sí, irás.
—¡No es justo!
Ella se cruzó de brazos.
—¿Crees que yo me casé con tu padre por amor?
La mamá rodó los ojos.
—Exacto Cancer, es algo que se viene haciendo por generaciones y tú no serás la excepción. - su padre apoyó a la mujer.
—Pero...
—¡Nada de peros! - su madre gritó harta. —¡Ten! - le tiró el gancho de ropa que traía en la mano, era un vestido largo cubierto con una tela para protegerlo. —Ve a ponerte el maldito vestido y baja para que te arreglen, no quiero oír nada más salir de tu boca.
Cancer bufo enojada. Se levantó con el tonto vestido y se fue al tercer piso donde se ubicaba su habitación.
***
Las luces eran bajas, había música de fondo, muchas mesas grandes por el lugar, gente hablando. Esto era un estúpido evento que se realizaba con la finalidad de conseguir un buen pretendiente. Es decir, las familias de plata llevaban a su hijo o hija a este evento justamente para buscarle una pareja de por vida, garantizando que todos son gente educada y de mucho dinero.
Cancer tenía una cara de pocos amigos, su mamá la arrastraba por el gran salón mientras su padre las conducía con un conocido amigo que no veía en años.
Su madre la obligó a ponerse un vestido rojo vino porque decía que era el color de la suerte y el amor. ¿Por qué le daban tanta importancia?
Bueno, porque justo hoy llegaba una familia muy importante de Europa. El padre de Cancer conocía al hombre de la familia desde niños. Y ahora el hijo mayor andaba en busca de una esposa.
¿Asqueroso verdad?
Cancer quería morir.
Pronto su padre se detuvo al encontrarse con este hombre. Andaba solo, su piel era muy blanca. Intercambiaron unas palabras y luego, el hombre desconocido posó sus ojos en Cancer. Literalmente le analizó cada rincón de su cuerpo. Cosa que la hizo estremecer.
—Se parece a la madre, hermosa. - sentenció el hombre.
La mamá de Cancer rió suavemente.
—¿Entonces procedemos?
El señor le sonrió y asintió. —Acompañenme.
Cancer nuevamente era arrastrada por su madre. Siguieron al hombre hasta una mesa grande donde se detuvo.
—¡Familia, les presento a la prometida de nuestro querido Virgo!
Anunció el hombre.
Cancer quiso gritar pero su mamá la miró con amenaza.
¿Como era posible que ya estaba comprometida con un tipo llamado Virgo el cuál nunca ha visto? Habían muchos hombres sentados en la mesa, viéndola justo a ella. ¿Quién mierda es Virgo?
Todos se veían mucho menores que ella.
—¿Y él ya la vio? - preguntó una mujer entre ellos.
—No, alguien que lo busque.
Ordenó el señor.
Cancer miró a su madre queriendo decirle algo pero ella se le adelantó.